Una vez infundidas en ellas los inquietos espíritus de los muertos vengadores, las torres del espíritu ofrecen una defensa extraordinaria. Los espectros de la torre atacan con una eficacia sobrenatural y engrosan rápidamente el número de bajas entre las filas enemigas. Si se colocan muchas torres en una ciudad de muertos vivientes, se hiela el corazón del enemigo más valeroso.[1] Es la actualización del zigurat.