- Para la unidad de Warcraft III, véase Sombra (Warcraft III).
Las sombras son espíritus incorpóreos parecidos a los fantasmas por tratarse de restos espectrales de seres que vivieron antaño. Estos turbulentos espíritus abundan en zonas infestadas de no-muertos como las Tierras de la Peste y en una aldea cercana a la misteriosa torre de Karazhan. Ya que no poseen un cuerpo tangible, algunas sombras son inmunes al daño físico.
Varios especímenes tienden a evitar a las criaturas vivientes y tienen habilidades de combate bastante débiles. Sin embargo, tienen una percepción aguda de ver las cosas con verdadera visión y pueden ser muy leales a aquellos con quienes entablan lazos amicales.[1]
Las sombras provienen de la oscuridad de los fosos de los sacrificios y son inmundas criaturas espectrales que sólo sirven a su oscuro señor, el Rey Exánime. Las invisibles sombras son imperceptibles a simple vista, lo que las convierte en exploradores y espías ideales para La Plaga. No pueden atacar a los seres vivos, pero aún así son consideradas uno de los puntos fuertes de las fuerzas del Rey Exánime.[2] Las sombras son unas ánimas invisibles capaces de espiar al enemigo y que sólo pueden detectarse con ayuda de la magia.[3]
Trasfondo[ | ]
Las sombras son los turbulentos espíritus de aquellos que nunca tuvieron la oportunidad de lograr grandes cosas en la vida. Su cuerpo esquelético está formado claramente por una niebla gris vaporosa. Este cuerpo confusamente humanoide es casi transparente y deja un rastro de niebla atrás cuando la sombra se desliza silenciosamente. Sólo los brillantes ojos de color violeta que arden con gran intensidad miran como si tuvieran algo de esencia. Estas criaturas incorpóreas e invisibles pueden ver todas las cosas como realmente son. Por su naturaleza quieta y discreta, prefieren evitar a los seres vivos. Se sienten a gusto vagando por la región donde aparecieron pero de igual forma les satisface estar rodeadas de otros no-muertos. A veces, estas criaturas inteligentes sirven como exploradores o espías de los ejércitos no-muertos, reportando todo lo que han visto a sus superiores. Una vez ingresan al servicio, las sombras permanecen fieles a sus superiores y su causa. Debido a esta incuestionable lealtad, muchos generales no-muertos tratan de emplearlos a pesar de su falta de capacidad de coraje o de lucha. Por ser unos combatientes tan pobres, prefieren evitar cualquier disputa como sea posible. Prefieren huir antes de enfrentarse a un enemigo con el cual no tienen ninguna chance e incluso también tienden a retirarse de aquellas criaturas que pueden derrotar. Cuando se ven obligados a adentrarse en batalla, utilizan su capacidad de drenar espíritu obstaculizando a sus adversarios, pero aún así tratan de escapar en la primera oportunidad que se asome. Las sombras acorraladas luchan hasta la muerte (pero hay que tener en cuenta que las criaturas incorpóreas son notoriamente difíciles de acorralar).[1]
Son fanáticamente leales al Rey Exánime y son creadas a partir de sus seguidores más devotos y capaces. Sólo los patriotas más fieles del Culto de los Malditos son dignos de este gran honor. Incluso después de la muerte, su lealtad es absoluta. Son incuestionables en su reino y son la fuerza espía más grande que Azeroth haya visto jamás.
Se forman a través de un ritual formal de sacrificio en el cual un acólito que se ha comprometido por completo al Rey Exánime, es llevado al temido lado de la muerte. La peste entra en su cuerpo mientras que poderosos nigromantes pasan varios días transformando el demacrado armazón del acólito en una criatura de la no-muerte. Este ritual se lleva a cabo en una estructura conocida como el Foso de los Sacrificios, donde las energías focalizadas del Rey Exánime y sus nigromantes están en un punto altísimo.
Una sombra puede comunicarse de manera telepática con cualquier otra sombra en su línea de visión. Esta telepatía es difícil de lograr y requiere mucha concentración. La sombra no podrá tomar ninguna medida extenuante mientras desempeña esta capacidad, aunque puede realizar tareas simples o fingir hacer algo mientras habla en silencio en su mente. Utilizan esta habilidad para contactarse con sus aliados en misiones de espionaje aunque también la usan para coordinar ataques frente a un oponente complicado o para preparar emboscadas.
La sombra puede irracionalmente enojarse al encontrarse con su propio reflejo (algo difícil de conseguir) o al recordar parte de su pasado mortal, sin embargo se consideran a sí mismas como seres renacidos e intentan olvidar su anterior existencia. Los constantes recuerdos pueden causar que una sombra enloquezca y ataque sin tener en cuenta su propia seguridad.[4]
La Plaga[ | ]
- Artículo principal: Sombra (Warcraft III)
Debido a su invisibilidad, las sombras son empleadas por La Plaga como espías o exploradores. Son creados a partir de un ritual de sacrificio de un acólito del Culto de los Malditos.
En World of Warcraft, pueden atacar con hechizos basados en la sombra y los ataques cuerpo a cuerpo.
Sombras conocidas[ | ]
- Touarril
- Shade of Arugal
- Fellicent's Shade
- Shade of Akama
- Shade of Ambermoon
- Shade of Aran
- Shade of Elura
- Shade of Eranikus
- Shade of Hakkar
- Shade of Jin'do
- Shade of Mal'druk
- Shade of Taerar
- Shade of the Horseman
Ver también[ | ]
Notes[ | ]
- Se han visto sombras semi-visibles en varias ciudades importantes; sin embargo no pueden ser seleccionadas y tienen un propósito desconocido.
Referencias[ | ]
- ↑ 1,0 1,1 Monster Guide, 120-121
- ↑ Manual de Warcraft III: Reign of Chaos, 40
- ↑ Manual de Warcraft III: Reign of Chaos,42
- ↑ Manual of Monsters, 143-145
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