La nueva peste, también conocida como la nueva plaga, el añublo de los Renegados o simplemente añublo, es una versión alterada por los Renegados de la poderosa peste de los no-muertos que llevó a la creación de la Plaga. La peste de los no-muertos tuvo el efecto de transformar a humanos normales en no-muertos descerebrados en el servicio del tiránico Rey Exánime. Algunos miembros de los Renegados, como su reina Sylvanas Brisaveloz, una vez fueron sus peones, pero más tarde fueron liberados. Su objetivo es crear una nueva peste que aniquile a la mismísima Plaga, y en última instancia, durante la campaña de Rasganorte, tuvo éxito. Sin embargo, la peste de los Renegados fue usurpada por el malvado Gran boticario Putress, quien procedió desatarla sobre la Plaga, la Alianza e incluso sobre la Horda. Por ello, los aliados de los Renegados han considerado poco ético que sea utilizada de nuevo en toda su potencia.
Trasfondo[ | ]
Creación[ | ]
La Sociedad Real de Boticarios, los expertos alquimistas de los Renegados, han estado trabajando en ella siguiendo varias líneas de investigación haciendo experimentos con distintas criaturas así como cultivando toxinas en los Claros de Tirisfal y en las Laderas de Trabalomas.
El uso de la nueva peste en humanos aún está lejos de funcionar completamente. A pesar de que la víctima muere, no termina de hacer que vuelvan de la muerte como un Renegado. Otro problema es la lenta logística, algo que la Sociedad de Boticarios está intentando resolver investigando nuevas y más efectivas formas de extender la enfermedad. Su objetivo es que Azeroth se convierta en una gran extensión de las Tierras de la Peste sin nada de vida excepto los Renegados que serán sus dominadores. Los planes iniciales de Sylvanas sin embargo eran menos ambiciosos, se limitaban a acabar con La Plaga y con la Alianza, adheriendo sus ejércitos a su causa.
Lo más cerca del éxito que han estado han sido las calabazas de la Hacienda Solliden. Cuando se probaron en un miembro de la Cruzada Escarlata prisionero en la posada de Rémol, este se transformó en un necrófago, justo antes de morir segundos después.
Castillian fue el responsable de la entrega de las esporas que ayudaron a finalizar la nueva peste. Aunque localizada en un pueblo remoto, la hierofante Theodora Mulvadania y el señor de la guerra Dientegore parecen haber escuchado rumores sobre la nueva peste. El Infiltrado Marksen parece saber lo que los Renegados están haciendo. Sayge estaba percibiendo un cambio como afirma en Fortuna de Sayge n.º 19.
Misiones[ | ]
- [21] La Batalla por Trabalomas
- [6] Una nueva Peste
- [33] Sospechas de una nueva Peste
- [10] Entrega a Bosque de Argénteos
- [18] Una fórmula mortal
- [20] Viaja a Laderas de Trabalomas
- [24] Elixir de dolor
- [7] Campos de pena
Etapas finales de la producción[ | ]
Sylvanas Brisaveloz y el Maestro boticario Faranell estuvieron entre los primeros en presenciar la fase final de la peste. En el Apothecarium, fue probada en una mujer humana y en un criminal, la primera sangraba por los ojos, la boca y los oídos antes de morir violentamente, y el último se derrumbó.[1]
La peste sería a la vez elaborada y probada con más detalle en Rasganorte.
Wrath of the Lich King[ | ]
Las ciudades Nuevo Agamand y (en menor medida) Campo Venganza en el Fiordo Aquilonal y la ciudad Rencor Venenoso en el Cementerio de Dragones son los principales centros de los Renegados para la producción de la "nueva peste" en Rasganorte. Tras varios fracasos en el Fiordo Aquilonal, los boticarios de Nuevo Agamand envían una muestra de la peste perfeccionada, conocida como el "añublo de los Renegados", a Rencor Venenoso. El añublo de los Renegados, combinado con un agente reactivo, es lo suficientemente potente para convertir a sus víctimas (o al menos los no-muertos) en montones de moco. En las misiones [72] El añublo de los Renegados y tú: cómo no morir y [72] Lágrimas de dragón esmeralda, los jugadores de la Horda son enviados a encontrar dicho agente reactivo (el residuo ectoplasmático de los fantasmas de los soldados de Arthas en la Orilla Olvidada) y un recipiente para contenerlo (las lágrimas de los dragones verdes del Santuario de Dragones Esmeralda). Antes de la entrega de la peste al doctor Sintar Malefious en el Martillo de Agmar, el jugador tiene que conducir una catapulta "propagadora del añublo" de los Renegados desde Rencor Venenoso a una zona de los campos de carroña a las afueras de la Fortaleza de Hibergarde para probar esta nueva peste en la Plaga ( [72] Transmite la buena nueva). Al parecer, las fuerzas del Embate Escarlata son inmunes a esta peste, como indica el ensayo fallido contra un prisionero del Embate en [72] Una extremaunción con añublo. Graciosamente, los jugadores de la Alianza también la crean accidentalmente en la misión [71] Pods shupuesshto... ¡Eshto fva a fvuncionar!, en la que un borracho gnomo alquimista envía al jugador a dar un "antídoto" a un prisionero vrykul, lo que origina que se disuelva en un montón de moco.
Los efectos más devastadores de la nueva peste pudieron verse durante la Batalla de Angrathar. Tras la muerte de Colmillosauro el Joven a manos del Rey Exánime, y mientras Bolvar Fordragón desafiaba al líder de la Plaga, el gran boticario Putress llegó con un cargamento del nuevo agente cargado en catapultas. Bajo las órdenes del señor del terror Varimathras, quien al mismo tiempo había dado un golpe de estado contra Sylvanas en Entrañas, Putress lanzó el cargamento del veneno sobre la Plaga y sobre los ejércitos combinados de la Horda y la Alianza. El ataque trajo como consecuencia la 'muerte' de Fordragón, y la casi total aniquilación del ejército que luchaba contra la Plaga. Hasta el propio Arthas tuvo que huir del escenario, refugiándose de vuelta hacia su fortaleza.
Los efectos secundarios fueron de lo más inesperados. La Alianza responsabilizó a la Horda del ataque de los Renegados sin saber que se debía a una facción rebelde a las órdenes de la Legión Ardiente y el Rey Varian Wrynn ordenó una purga contra la Horda, empezando por la capital del imperio de Lordaeron. El mismo Varian lideró el asalto a Entrañas para reclamar el lugar y ajustar cuentas con Putress y Varimathras, los instigadores de la muerte de Bolvar Fordragón, mientras que la Horda lanzó un ataque a Extrañas con el fin de recuperarla.
Cataclysm[ | ]
La Horda ha prohibido cualquier uso de la nueva peste tras los acontecimientos en Angrathar. Sin embargo, Sylvanas se ha declarado en rebeldía en dos ocasiones ante las órdenes recibidas desde Orgrimmar. Los Renegados han usado su poderoso agente venenoso contra la ciudad de Costasur y durante la invasión de Gilneas.
Una versión menos destructiva de la plaga está siendo probada por los boticarios de la Horda. Los aventureros pueden comprobar que no es tan destructiva, aunque sí más explosiva, probándola en los múrloc de la Isla de Fenris.