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Nerubian
Kilix TCG
Facción/Afiliación
Clases

Worker, Guerrero, Seer, Webspinner, Vizier (supervivientes nerubian); Crypt lord, Crypt fiend (La Plaga)

Capital racial

Azjol-Nerub

Líder racial

Rey (anteriormente Anub'arak),[1], Reinas, Señores araña,

Montura racial

No tienen

Planeta de origen
Idioma primario

Nerubian, Common

Idiomas secundarios

Dracónico, Enano, Bajo común, Thalassiano y Zandalí.

Estatura promedio

Varía en función de su casta.

Alineamiento

Legal malvado (lo más normal, depende de la casta) [2]

Los nerubian son una antigua raza de criaturas arácnidas descendientes de los aqir, nativas del reino de Azjol-Nerub en Rasganorte.

Historia

Génesis

En el continente original de Kalimdor, antes del Gran Cataclismo, el Pozo de la Eternidad no solo bendijo a los elfos de la noche. Otras criaturas como los silithid recibieron su poder y desarrollaron una gran inteligencia. Sin embargo otros entes como los Dioses Antiguos crearon avatares parecidos pero llenos de maldad y los llamaron los aqir.

16.000 años antes de la apertura del Portal Oscuro, los aqir declararon la guerra a cualquier raza no-insecto y su imperio entró en conflicto con los trol de las naciones Gurubashi y Amani dando lugar a la Guerra entre los Aqir y los Trol [3]. Los trol lucharon durante cientos de años contra los aqir pero nunca llegaron a derrotarlos, sin embargo, debido a su persistencia, los aqir se dividieron en dos; los qiraji que se desplazaron al sur y fundaron Ahn'Qiraj y los nerubian que hicieron lo propio al norte donde se instalaron en Azjol-Nerub.

La Guerra de la Araña

Miles de años más tarde, el Rey Exánime llegó a Rasganorte donde comenzó a expandir su oscura influencia. La presencia de los nerubian fue el único escollo que se encontró debido a la ubicación subterránea de su capital y a la fortaleza de sus guerreros de élite. Desde su trono en Corona de Hielo, Ner'zhul se sintió frustrado al ver que los nerubian eran inmunes no solo a su plaga sino también a su poder telepático.

Los señores araña lideraban grandes ejércitos que se desplazaban por la red subterránea que se extendía hasta alcanzar la mitad de la superficie de Rasganorte. Sus tácticas de ataque sorpresa y huída hacia la seguridad de sus túneles bloquearon cualquier intento de avance del ejército del Rey Exánime. Sin embargo el innumerable ejército de La Plaga comandado por los Señores del Terror llegó a penetrar en Azjol-Nerub donde profanaron sus templos y decapitaron a sus señores. Por segunda vez, el imperio insecto fue derrotado [4].

A pesar de que los nerubian eran inmunes a la plaga, una vez que morían, podían ser convertidos en no-muertos. Gracias a los poderes nigrománticos de Ner'zhul, los cuerpos de los poderosos guerreros araña fueron levantados bajo su servicio y como reconocimiento a su tenacidad y valentía, Ner'zhul adoptó su arquitectura para su propia fortaleza. Sin embargo no todos los nerubian fueron derritados; un grupo de guerreros consiguió sobrevivir siguiendo el camino de la venganza con el objetivo de recuperar algún día su imperio subterráneo [5].

Historia reciente

Tras su derrota ante La Plaga, los nerubian se convirtieron en un pueblo agrio y amargado. La mayoría viven en Rasganorte y huyen del contacto con extranjeros - de hecho, atacan a los desconocidos nada más verlos y a las criaturas que no son de su especie. Tienen un considerable odio hacia los no-muertos, especialmente hacia los señores de la cripta y malignos de cripta. Aunque saben que son demasiado débiles para derrotar al Rey Exánime continúan con su patética guerra de guerrillas [6]

Wrath of the Lich King

WotLK Esta sección aborda contenido exclusivo de Wrath of the Lich King.

Tras la muerte de sus líderes, los visires nerubian han llegado al poder. Sirven a un 'emperador invisible", destinado a liderar a la antigua raza araña hacia la victoria sobre La Plaga.

En las misiones N [73] Los ignotos y N [80] Prueba de defunción: Heraldo Volazj, Kilix the Unraveler y Archmage Lan'dalock dicen que los nerubian que lucharon contra La Plaga, cavaba hacia el interior de la tierra a medida que iba perdiendo terreno en la superficie con tan mala fortuna que se encontraron con los ignotos, unas criaturas creadas por los Dioses Antiguos. La mala fortuna hizo que los nerubian tuvieran que luchar en estos dos frentes contra enemigos tan poderosos, lo que les llevó a perder la guerra contra los no-muertos y finalmente, su hogar.

Cataclysm

Cataclysm Esta sección aborda contenido exclusivo de Cataclysm.

El texto de las misiones en Azjol-Nerub fueron actualizadas y se descubre que los nerubian han escondido durante todo este tiempo una gran cantidad de huevos que se encuentran a salvo, y con los que crearán un ejército que aplastará a La Plaga de una vez por todas [7].

Cultura

Su líder, Anub'arak fue uno de los grandes campeones Nerubians, que se veian en la segunda gran guerra de las arañas. Él fue resucitado por el Rey Lich Ner'zhul, quien le prometio una eterna vida en muerte si le juraba lealtad. Su armadura de espinas es muy resistente y peligrosa, causando severos daños a los atacantes. También ,cuando es atacado, dispara esas espinas y los desorienta y/o deja aturdidos. También comprime su poder para lanzar un rayo de energía negativa que destruye el mana del oponente. Estas técnicas son muy poderosas pero la que mas llama la atención es su técnica especial llamada Vendetta con la cual se camufla en las sombras y ataca a su víctima sin que ella se diese cuenta.

El nacimiento de Anub-Arak

Y es entonces que, en medio de la vorágine de un hambriento imperio que crece, suena un cuerno en las profundidades del laberíntico Reino Inferior. Los húmedos y sombrìos túneles, anteriormente vacíos, se pueblan por cientos de pasos, ecos y figuras que corren, en cuadrillas, hacia el interior. Al final del túnel, se abre una inmensa cámara, que por su aspecto semeja una colmena. Y miles y miles de grotescos insectos, de todos los tamaños y formas, se han lanzado en la oscura catacumba, al llamado de su Señora. La Reina Araña emite gemidos y lanza bufidos de cólera. Uno de sus zánganos corre y se coloca debajo de ella, tratando de apaciguar su dolor, pero la terrible soberana de los nerubian lo toma por la cabeza y se la arranca de un mordisco.

Todos los nerubian silban a la vez en un inmenso y enloquecedor pandemonium. Una de las puertas de la cámara se ha abierto. La Guardia Real trae sujeto al prisionero, nada menos que el gran Warlord de la tribu de los Draktarhi, quien contempla, por primera y última vez, el rostro del Abismo.

Los Guardias lo colocan sobre sus rodillas, pero él se resiste a inclinarse ante su archienemiga. La Reina Araña sonríe, y con una de sus temibles tenazas, le corta las piernas de un golpe. El Warlord lanza un grito de dolor y cae desangrándose al suelo. La Reina Araña coloca su ponzoñosa vejiga sobre el cuerpo del troll. Casi de inmediato, una horrible figura, blanca y alargada, recubierta de limo, una larva sin duda, empieza a asomarse por el vientre de la reina y lenta y dolorosamente, se coloca sobre el vientre del aún vivo y mutilado Warlord, que aúlla de dolor y espanto.

La Reina Araña lanza un grito de triunfo y su voz seseante hace eco en toda la caverna.

Ha nacido el Gran Rey de Azjol-Nerub: Anub-Arak.

Los nerubians emergen victoriosos a la superficie. Empiezan a reproducirse con increíble rapidez. Sus tropas crecen día con día. Surgen reyes y reinas que se disputan el poder. Los nerubian desarrollan su tecnología y se descubren asimismo como grandes ingenieros. Descubren la escritura, la aritmética y la geometría, y llegan a determinar que la pirámide es la forma geométrica perfecta en el universo. Por eso, sus Ziggurats, coronados por potentes cristales de hielo que dentellan cual aurora boreal, se elevan hacia el oscuro y encapotado cielo de Northrend.



La guerra de la Araña:


Los espías reportan que el glaciar forma un inmenso y descomunal trono de hielo en medio del desolado valle. ¡¿Un trono?! ¡No hay más rey que Anub'Arak!

Así, pues, los ejércitos de Azjol-Nerub asedian el glaciar Corona de Hielo durante meses. El oscuro Rey que lo gobierna ha resistido impresionantemente todos los ataques de los nerubians. Ni el hambre, ni el frío, ni la escasez de agua logran minar sus fuerzas.

Anub'Arak ha ordenado un gigantesco asalto al Trono de Hielo, pues planea acabar de una vez por todas con su rival. Sus tropas se lanzan a la batalla furiosas y sedientas de sangre, pero el Señor de Corona de Hielo tiene inmensos y terribles dones. En el cielo han aparecido escalofriantes y gigantescos esqueletos de dragones, que bombardean con su aliento gélido a los nerubians.

Anub'Arak ordena bajarlos a tierra. Enormes y potentes telas de araña forman redes y hacen descender a los esqueletos a tierra, donde son presa del veneno de la infantería.

Sin embargo, la ira de El Que No Tiene Nombre ha caído sobre Azjol-Nerub. Y un nuevo terror sacude hasta los tuétanos los más profundos horrores de la raza insectoide. El Rey que habita en el Glaciar… puede levantar a los muertos de sus tumbas, siguiendo la voluntad de su oscuro señor. ¡Los muertos andan como los vivos sobre el mundo! El gran palacio de Azjol-Nerub, en el Reino Inferior, ha sido asaltado por los cadáveres de los señores Nerubian caídos en otras batallas. El rival de Anub'Arak es realmente poderoso, pero ni convocando a los muertos vencerá al Gran Rey…

Finalmente, el día que todos temían ha llegado. El incienso ascendía y llenaba la cámara mortuoria con una neblina invisible y espesa. Sobre la cripta, los sacerdotes alzan sus cantos fúnebres invocando el poder del Que No Tiene Nombre, el dios funerario, para que ayude al alma del difunto a cruzar el río de la muerte. El sacerdote mayor hace una libación con hiel, mientras los embalsamadores toman el cadáver y lo abren con toda la fuerza de sus tenazas. Los órganos del muerto han sido debidamente extirpados y colocados en cada uno de los frascos rituales. Especias de todos los tipos, extraídas de la profundidad de las cavernas, perfuman la naciente momia que, suavemente, es levantada y colocada en el sarcófago.

Los sacerdotes levantan el sarcófago en hombros y, rodeados del cortejo de escarabajos que siempre le escoltaron en vida, empiezan la marcha fúnebre hacia el ziggurat donde descansará eternamente el Gran Rey de los Nerubian. Eternamente... Al menos, eso rezan los jeroglíficos.

Los nerubians huyen a la profundidad de las cavernas mientras su ciudad subterránea arde en llamas. Enormes tropas de muertos vivientes ocupan los palacios y matan todo lo que se mueve y respira. La tumba del Gran Rey ha sido profanada, y su cuerpo, robado. Todos los sacerdotes han sido asesinados. ¡Pobre del Gran Rey! Su alma nunca pasará el río de la muerte…

¡QUE RENAZCA DE ENTRE LOS MUERTOS EL GRAN SEÑOR DE LA CRIPTA, EL REY DE AZJOL-NERUB!

Una veintena de años y otra más han pasado desde que la Guerra de La Araña se librase en las oscuras y heladas catacumbas del caído Imperio de Azjol-Nerub, cuyos escombros son ahora presa del olvido y de la memoria. Oscuros horrores se han apoderado de los pasadizos que otrora gobernaran los Reyes Nerubian de la Necrópolis.

Hasta allí ha llegado un solitario y atrevido viajero. Ha sobrevivido de milagro las vicisitudes del viaje. ¿Cómo lo ha logrado? ¿Cómo ha cruzado el Gran Océano de Hielo y sobrevivido a las tormentas de nieve y hielo de la Bahía Daggercap? ¿Cómo es que las tribus Drakthari, ocultándose en los petrificados bosques de Northrend, no le han degollado ya? ¡Ha sobrevivido a los Wendigos! Y así, cruzando en medio de los silenciosos guardianes arácnidos levantados de sus tumbas y erigidos en Demonios de la Cripta, Kel’thuzad, el Viajero, penetra hasta la profundidad de Naxxramas.

Delante de él, al final del pasillo, una gigantesca y dantesca criatura le espera, mezcla de escarabajo y araña, cubierto de heridas antiguas y vendajes. Ha sido levantado de entre los muertos. Anub’Arak. El Señor de la Cripta.

El que anteriormente combatió con tanta vehemencia al Rey Lich, ahora es su gran defensor, el mayor general de entre sus ejércitos. No tiene otra elección, vale decir. El Oscuro Señor de la Muerte se enseñorea de él así como lo hace con el resto de los desdichados habitantes de la gigantesca Necrópolis. Anub’Arak se ha encargado de barrer los últimos focos de resistencia del Imperio Nerubian, cuyos últimos defensores han huido a la superficie o se ocultan en los túneles más alejados del Reino Inferior. Para el instante en que Kel’thuzad y Anub’Arak se conocen, las armas con que el Rey Lich se dispone a destruir la tierra están casi preparadas. Sin embargo, a pesar de servir a un mismo señor, no existe un mutuo aprecio entre ambos, pues es Kel’thuzad, y no Anub’Arak, el elegido para portar la vara con que el Rey Lich ha de azotar al mundo

Referencias

  1. Lands of Mystery
  2. Dark Factions pag 202
  3. Dark Factions pag 43
  4. Monster Guide pag 22
  5. La guerra de la Araña
  6. Dark Factions pag 44
  7. N [74] ¡No olvides los huevos!
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