Muerte desde el cielo es una historia corta escrita por Robert Brooks que se publicó el 21 de Julio de 2013 en la página oficial. Trata sobre los Klaxxi y su relación con la emperatriz mántide poseída por los sha.
Personajes[ | ]
Principales | Secundarios | Menores | Mencionados |
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Argumento[ | ]
La nueva camada del enjambre mántide acaba de eclosionar y está lista para atacar una vez más el Espinazo del Dragón. Cada generación es más fuerte que la anterior y aprende genéticamente de los errores del pasado. Kil'ruk es uno de esos mántides que, tras observar las tácticas de caza de un halcón, trata de imitarlo para llevarlas a cabo en su lucha contra los mogu. Mientras fortalecía sus alas notó cómo se había acercado a Klaxxi'vess, el hogar de los Klaxxi, el consejo superior mántide que apenas se dejaba ver entre los suyos. Allí se encontró con un herrero del ámbar que le explicó que el enemigo en realidad no era uno solo, sino que había varias razas; saurok, pandaren, mogu... Pese a su juventud, Kil'ruk pronto fue consciente de que muchas de las razas que su emperatriz llamaba inferiores y a las que ordenaba matar, mostraban habilidades superiores a las suyas, siendo considerado él como superior a ellas. Los mogu por ejemplo poseían una gran inteligencia; habían creado un arma llamada 'huatang' que disparaba pequeños guijarros impulsados por energía arcana contra los mántides voladores que sobrevolaban la muralla. Kil'ruk, gracias a su habilidad imitando la caída del halcón pudo esquivar el ataque y combinando los ataques cuerpo a cuerpo con espadas propios de los mántides terrestres, acabó no solo con el capataz Xuexing, sino con todo el campamento, ganándose el favor de la emperatriz. Por su parte, el señor de la guerra Gurthan tenía un plan B que consistía en utilizar una reliquia para dificultar la comunicación entre los mántides y su emperatriz. El experimento tuvo éxito y los mántides dejaron de escuchar a su reina, parando en seco de atacar a los mogu. Tras varios días inactivos, los Klaxxi no tuvieron otro remedio que despertar a Ninil'ko el Llamasangre, uno de los dechados que se conservaba en ámbar y de quien Kil'ruk se convirtió en su heraldo. Ninil'ko le explicó a Kil'ruk lo que significaba el ciclo y cómo los Klaxxi eran sus guardianes, por encima incluso de la emperatriz, un ser mortal consciente de que su vida se extinguirá con el tiempo. La idea de Ninil'ko era tentar a los mogu usando a la emperatriz como señuelo. Cuando los ejércitos mogu abandonaron la muralla, un pequeño destacamento de mántides comandado por Kil'ruk atacó. Ninil'ko sustituyó a la emperatriz como instructor, gracias a un don que hacía que los mántides obedecieran la proyección de sus pensamientos. Juntos dizmaron a los ejércitos mogu de la muralla presentándose ante el señor de la guerra Gurthan que prefirió huir antes que enfrentarse a una muerte segura. Lo único que faltaba era recuperar la reliquia que bloqueaba la voz de la emperatriz, algo que le costó la vida a Ninil'ko cuando, una vez conseguida, trataba de destruirla. Kil'ruk tuvo más suerte y consiguió destruirla, lanzándola desde los aires hasta el enemigo, consumiendo sus cuerpos por la energía arcaba que albergaba. Kil'ruk fue recompensado convirtiéndose en dechado, pasando miles de años conservado en ámbar y siendo preservado desde entonces. Los Klaxxi cumplieron su labor y preservaron su cuerpo manteniéndolo oculto mientras el ciclo se repetía cada cien años.
Fuentes[ | ]