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Lección de profeta (La lección del profeta en sudamérica) es una historia corta escrita por Marc Hutcheson y publicada en Abril de 2012 en la página web de World of Warcraft. Está centrada en la figura de Velen y sus dudas como Profeta que debe guíar a su pueblo contra las adversidades [1].
Personajes[ | ]
Principales | Secundarios | Mencionados |
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Argumento[ | ]
Mientras Velen se encontrba tratando de escudriñar lo que deparará el futuro, Anduin continuaba con sus enseñanzas de sacerdote mientras recordaba las últimas desavenencias con su padre. Su entrenamiento fue interrumpido por un mensajero del Exodar que le comunicó que Velen requería de su presencia. Al mismo tiempo, el vindicador Maraad regresaba de Rasganorte, sorprendido por la gran cantidad de desplazados que había provovocado el cataclismo, peregrinos que habían llegado al Exodar buscando que Velen los guiara. Sin emabrgo el Profeta aún no los había recibido y, para sorpresa de Maraad, tampoco lo recibió a él. Según pudo saber Maraad, desde hacía meses, la única persona a quien recibía era el príncipe Anduin Wrynn.
En el Trono de los Naaru, Velen le mostró una visión apocalíptica a su alumno, donde los demonios de la Legión Ardiente destruían un planeta lejano. Su intención era mostrar a Anduin que por muy doloroso e importante que pudiera parecer el cataclismo, había que mirar más allá. Anduin abandonó el Trono y esa noche tuvo una visión en la que un grupo de refugiados lo rodeaban y cantaban extrañas consignas. A la mañana siguiente Maraad, que no había desistido en su intento de ver a Velen se enteró por Romnar de que el Exodar estaba casi reparado, un acontecimiento digno de ser celebrado y anunciado si no fuera porque Velen se negaba a recibir también a su propia gente. La larga cola de peregrinos que solicitaba audiencia ante él no era lo que más preocupaba a Velen, sino la posibilidad de que, de todas las visiones que tenía, no supiera distinguir las verdaderas de aquellas que nunca sucederían. Había tenido multitud de visiones donde el Exodar explotaba o se perdía en el vacío aunque también otras donde los draenei volvían a Draenor o simplemente se quedaban en Azeroth; ¿cuál debía ser la correcta?.
El silencio del Profeta provocó que Maraad tuviera que intereceder ante los refugiados y el Triunvirato decidiera que si en una semana no recibía noticias de Velen, abandonarían Azeroth a bordo del Exodar. Velen por su parte, tuvo otra visión en la que Anduin lideraba un ejército compuesto de todas las razas de Azeroth, Alianza y Horda incluidas, contra una gran amenaza. Lo idílico de esta visión tuvo su contrapunto una semana después, cuando se produjo un hecho con el que los draenei no contaban. Dado que Velen no se había prununciado, decidieron arrancar el Exodar. Mientras esto ocurría, la gran multitud de refugiados, al ver la inmensa nave moviéndose, pensó que el Profeta estaba siendo secuestrado y se dirigieron como una turba hacia la nave transdimensional provocando un gran tumulto que acabó en un enfrentamiento con los draenei que se vieron incapaces de contenerlos. Anduin irrumpió en el Trono de los Naaru y le pidió a Velen que interviniera. La sola presencia del Profeta bastó para parar la contienda, y la arenga posterior disipó cualquier duda sobre el destino de los draenei. La opción de abandonar Azeroth una vez reparado el Exodar se transformó en una intensa enseñanza a los refugiados para mostrarles el camino de la sanación con la intención de que éstos volvieran posteriormente a ayudar a las víctimas del cataclismo.
Tal y como Velen había percibido en su visión en la que todas las razas de Azeroth luchaban de manera conjunta, enseñar a sus aliados para luchar en el futuro junto a ellos era la clave que haría prevalecer a la Luz.
Fuente[ | ]
Referencias[ | ]