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La ascensión del traidor es parte del Capítulo V de la Historia de Warcraft aparecida originalmente en la página web de World of Warcraft.

En WoW Icon 16x16 aparece otra versión retocada en forma de libro que los jugadores pueden leer.

Durante la invasión de la Legión a Vallefresno, Illidan fue liberado de su túmulo prisión después de diez mil años de cautiverio. Aunque intentó complacer a sus camaradas, pronto volvió a su verdadero yo y consumió las energías del poderoso artefacto de brujería conocido como la Calavera de Gul'dan. Al hacerlo, Illidan desarrolló características demoníacas y un enorme aumento de poder. También obtuvo algunos de los antiguos recuerdos de Gul'dan, especialmente los de la Tumba de Sargeras, la isla mazmorra que se rumoreaba contenía los restos del titán oscuro, Sargeras.

Lleno de poder y libre para vagar por el mundo una vez más, Illidan se lanzó a buscar su propio lugar en el gran plan universal. Sin embargo, Kil'jaeden se encontró con él y le hizo una oferta que no pudo rechazar. Kil'jaeden estaba furioso por la derrota de Archimonde en el Monte Hyjal, pero tenía mayores preocupaciones que la venganza. Sintiendo que su creación, el rey Exánime, se estaba volviendo demasiado poderosa como para controlarla, ordenó a Illidan que destruyera a Ner'zhul y pusiera fin a la Plaga no-muerta de una vez por todas. A cambio, Illidan recibiría un poder increíble y un verdadero lugar entre los restantes señores de la Legión Ardiente.

Éste aceptó y se dispuso de inmediato a destruir el Trono Helado, la cáscara de cristal de hielo en la que residía el espíritu del rey Exánime. Illidan sabía que necesitaría un artefacto poderoso para destruir el Trono Helado. Usando los conocimientos que había obtenido de los recuerdos de Gul'dan, Illidan decidió buscar la Tumba de Sargeras y reclamar los restos del titán oscuro. Reclamó algunos antiguos favores a altonatos y atrajo a los serpentinos naga de sus oscuras guaridas submarinas. Liderados por la astuta Lady Vashj, los naga ayudaron a Illidan a llegar a las Broken Isles, donde se rumoreaba que yacía la Tumba de Sargeras.

En cuanto Illidan se marchó con los naga, la alcaide Maiev Cantosombrío comenzó a buscarlo. Maiev había sido la carcelera de Illidan durante diez mil años y disfrutaba con la idea de volver a capturarlo. Sin embargo, Illidan fue más listo que Maiev y sus Guardias, y obtuvo el Ojo de Sargeras a pesar de sus esfuerzos. Con el poderoso Ojo en sus manos, Illidan viajó a la antigua ciudad de magos de Dalaran. Fortalecido por las líneas de poder ley de la ciudad, Illidan usó el Ojo para lanzar un destructivo hechizo contra la ciudadela del rey Exánime, Corona de Hielo, en el lejano Rasganorte. El ataque de Illidan destrozó las defensas del rey Exánime y resquebrajó el mismo techo del mundo. En el último momento, el hechizo de Illidan fue detenido cuando su hermano Malfurion y la sacerdotisa Tyrande llegaron para ayudar a Maiev.

Sabiendo que Kil'jaeden no estaría contento con su fracaso al destruir el Trono Helado, Illidan huyó a la baldía dimensión conocida como Terrallende: los últimos restos de Draenor, el antiguo mundo natal de los orcos. Allí planeaba eludir la ira de Kil'jaeden y preparar sus siguientes movimientos. Después de su éxito al detener a Illidan, Malfurion y Tyrande volvieron a su hogar en el bosque de Vallefresno para cuidar de su pueblo. Maiev, sin embargo, no abandonó tan fácilmente y siguió a Illidan hasta Terrallende, decidida a llevarlo ante la justicia.

World of Warcraft

En WoW Icon 16x16 puede leerse por medio de un libro cuyo texto presenta algunas variaciones con respecto al publicado en la página oficial de World of Warcraft y que es conocido como El ascendiente traidor. Dicho libro puede encontrarse en Darnassus [66, 76]VZ-DarnassusBlip y Lunargenta [70, 66]VZ-Silvermoon CityBlip. Cuenta para el logro Inv misc book 04 [Erudito].



El ascendiente traidor

Durante la invasión de Vallefresno por parte de la Legión, Illidan fue liberado de su prisión tras diez mil años de cautividad. Aunque intentó apaciguar a sus compañeros, pronto recuperó su verdadera forma y consumió las energías de un poderoso artefacto de hechicero conocido como el Cráneo de Gul'dan.

Con ello, Illidan desarrolló poderes magníficos y rasgos demoníacos. Asimismo, logró hacerse con algunos de los viejos recuerdos de Gul'dan: especialmente los que hacían referencia a la tumba de Sargeras, la isla mazmorra en donde se decía que estaban los restos de Sargeras, el titán oscuro.

Transido de poder y libre para vagar por el mundo una vez más, Illidan procuró encontrar su sitio en el mundo. Sin embargo, Kil'jaeden se enfrentó a Illidan y le hizo una oferta que no podía rechazar. Kil'jaeden estaba enfadado por la derrota de Archimonde en el monte Hyjal, pero tenía preocupaciones más importantes que la venganza.

Viendo que su creación, el Rey Exánime, estaba adquiriendo demasiado poder como para ser controlada, Kil'jaeden ordenó a Illidan destruir a Ner'zhul y poner fin, de una vez por todas, a la Plaga de los no-muertos. A cambio, Illidan recibiría poderes ilimitados y un puesto entre los señores restantes de la Legión Ardiente.

Illidan accedió y se dirigió de inmediato a destruir el Trono Helado, la urna de cristal congelada en la que residía el espíritu del Rey Exánime. Illidan sabía que necesitaría un poderoso artefacto para destruir el Trono Helado. Utilizando el conocimiento que obtuvo a partir de los recuerdos de Gul'dan, Illidan decidió localizar la tumba de Sargeras y reclamar los restos del titán oscuro.

Exigió el pago inmediato de algunas viejas deudas de los Altonato y atrajo a los nagas serpenteantes, que habitaban en su oscura guarida bajo el mar. Dirigidos por la astuta Lady Vashj, los nagas ayudaron a Illidan a alcanzar las Islas Quebradas, en donde se rumoreaba estaba la tumba de Sargeras.

Cuando Illidan partió junto con los nagas, la celadora Maiev Cantosombrío comenzó a darle caza. Maiev había sido la carcelera de Illidan durante diez mil años y estaba entusiasmada ante la perspectiva de poder volverlo a capturar. Sin embargo, Illidan burló a Maiev y a sus guardianes y, a pesar de sus esfuerzos, logró reclamar el Ojo de Sargeras. Con el poderoso Ojo en sus manos, Illidan se dirigió a la antigua ciudad zahorí de Dalaran.

Reforzado por las líneas de poder de la ciudad, Illidan utilizó el Ojo para formular un encantamiento destructivo contra la Ciudadela de la Corona de Hielo del Rey Exánime, situada en el distante Rasganorte. El ataque de Illidan destruyó las defensas del Rey Exánime y produjo una ruptura en el techo del mundo. En el último momento, el encantamiento destructivo de Illidan fue detenido cuando su hermano Malfurión y la sacerdotisa Tyrande acudieron en ayuda de Maiev.

Sabiendo que a Kil'jaeden no le complacería su fracaso a la hora de destruir el Trono Helado, Illidan se dirigió a la dimensión baldía conocida como Terrallende: los últimos restos de Draenor, el antiguo hogar de los orcos. Allí planeó cómo escapar de la ira de Kil'jaeden y caviló acerca de sus próximos movimientos.

Tras lograr el éxito deteniendo a Illidan, Malfurion y Tyrande regresaron al bosque de Vallefresno para ayudar a su gente. Sin embargo, Maiev no abandonó tan fácilmente, y persiguió a Illidan hasta Terrallende, decidida a ponerlo en manos de la justicia.


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