Iglesia de la Luz Sagrada | |
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Líder principal | Desconocido |
Anteriormente |
Arzobispo Benedictus † Arzobispo Alonsus Faol † |
Líderes secundarios |
Obispo Arthur Alta Sacerdotisa Laurena Obispo DeLavey Obispo Lazaril Obispo Broxast |
Anteriormente |
Obispo Farthing † Obispo Seline |
Raza(s) |
Gnomos |
Capital | Ciudad de Ventormenta |
Afiliación | Alianza, Mano de Plata |
Anteriormente | Alianza de Lordaeron |
La Iglesia de la Luz Sagrada, conocida también como la Iglesia de la Luz,[1] es una organización afiliada a la Alianza dedicada a forjar un mundo de honor y justicia cuyos miembros se esfuerzan por ayudar a los demás y en ser buenos en todas sus acciones. Los integrantes que siguen a esta iglesia se encuentran distribuidos en todo Azeroth y pertenecen a varias razas.
Misión[ | ]
No se sabe a ciencia cierta cuándo se fundó la iglesia, pero su clero es reconocido por difundir el bien. La vocación de un sacerdote es una de crecimiento espiritual y contemplación. Los sacerdotes de la Luz sanan y restauran en tiempo de paz, protegen en tiempos de guerra. Los paladines forman la rama marcial de la iglesia y tratan de ser un ejemplo de las enseñanzas de la Luz, así como hacer cumplir sus leyes. Estos cruzados son llamados para proteger a los débiles, impartir justicia a los injustos y para vencer el mal proveniente de los rincones más oscuros del mundo. Los Clérigos de Villanorte una vez juraron que su misión era lograr la "paz eterna."[2]
La ideología general de la Luz es luchar para ser buenos en todas las acciones. Sus enseñanzas fueron retratadas en el Escrito sobre divinidad.
Un paladín debe reflejar en todas las cosas la Luz que complementa su fuerza. El esfuerzo por alcanzar la divinidad, para uno de nosotros, no significa aspirar al bien, pues aspiramos al bien en todas nuestras acciones.
Aunque en estos duros tiempos somos convocados para atacar al mal, debes recordar que será la ayuda que prestes a los demás lo que te distinguirá de los ciudadanos de Azeroth. La compasión, la paciencia y el valor tienen tanta importancia en un paladín como su fuerza en la batalla.
Aprende esto ahora y nunca lo olvides.
Las Tres Virtudes[ | ]
La filosofía de la Luz Sagrada se reduce a tres enseñanzas: El respeto, la tenacidad y la compasión; conocidas como las Tres Virtudes, las cuales están definidas cada una en un principio y una lección. Actuar sobre estos principios ayuda a hacer del mundo un lugar que todos pueden apreciar. Un mundo de honor y justicia.[3]
Respeto[ | ]
El respeto es la primera virtud enseñada a aquellos que se unen al camino de la Luz. Al mirar al enemigo, uno debe mirar más allá del odio que los separa. Hay cualidades a respetar en el oponente. Su destreza debe ser reconocida. El conducirse a uno mismo con honor y tratando al oponente como uno desea ser tratado muestra respeto. Respetar al oponente en el campo es reconocer una conexión, la cual lleva a uno más cerca a la Luz.[3]
Tenacidad[ | ]
La tenacidad es la segunda virtud. Varios experimentan una traición a la confianza; sin embargo, perseveran, como todos deberían. Ante la desesperación y el odio, uno debe continuar firme a sus creencias y continuar luchando.[3]
Compasión[ | ]
La compasión es el último paso en el camino de la Luz. En tiempos de rivalidades es fácil observar diferencias dondequiera que uno vaya. El reto está en mirar a través de las apariencias y entender las similitudes. A través de este entendimiento, uno podrá sentir compasión por las pérdidas que otros han sufrido, incluso si la víctima porta otro estandarte. Al sentir y entender la compasión sobre un enemigo o un aliado por igual, uno reafirma su conexión con el mundo.[3]
Historia[ | ]
Origen[ | ]
Hace tiempo, en el continente que más tarde se conocería como los Reinos del Este, un pequeño grupo de criaturas luchaban para sobrevivir, utilizando sus limitados recursos que les habían proporcionado sus padres vrykul cuando los abandonaron en una zona costera desconocida. Estas criaturas se llamaron a sí mismos 'humanos' y se reunían alrededor del fuego para contar historias de antiguos héroes y líderes - historias de una civilización que los había expulsado. Una de esas historias hablaba de un gran líder que sacrificó su mano derecha por el orden y la justicia durante la lucha contra un mal inconmensurable. Aunque el poder de este héroe le permitía recuperar su mano, eligió remplazarla con un puño cerrado hecho de pura plata. De esta forma, impresionó a sus seguidores, convenciéndolos de que la verdad y la justicia solo podían ir acompañadas de un sacrificio personal. Ese héroe cuya memoria perduró durante mucho tiempo, recibió el nombre de Tyr.[4] Aparentemente de uno de estos relatos nació la esperanza y la filosofía de la Luz en un periodo de oscuridad.
Pasadas las Guerras Trol, varios sacerdotes humanos comenzaron a tener visiones de formas angelicales pulsando en luz viviente. No lo sabían entonces, pero realmente habían logrado comunicarse con los naaru en la Gran Oscuridad, y a través de esta conexión, la Luz Sagrada fue introducida a los humanos primigenios por primera vez.[5] Mereldar fue el primero de aquellos profetas, recibiendo visiones de santidad, protección, justicia, retribución, and compasión. Junto a otros que habían reportado tener también estas visiones, ellos anotaron y codificaron la sabiduría de este poder superior. El movimiento se propagó y extendió fé en la Luz, convirtiéndose en la religión humana predominante, y siglos después las distintas tradiciones y sistemas de creencias basadas en la Luz fueron codificadas por los líderes de Lordaeron, creando la Iglesia de la Luz Sagrada.[6]
Primera Guerra[ | ]
Durante la Primera Guerra, algunos sacerdotes de la Iglesia, conocidos entonces como Clérigos de Villanorte, se encontraban en Ventormenta y lucharon ante los ejércitos de la Horda orca. A través de sus habilidades otorgadas por la Luz, sanaron a los heridos y protegieron a los ciudadanos de Ventormenta. Un habitante de Ventormenta los describió de la siguiente manera:
Estos son los hombres sagrados de nuestro reino. Su liderazgo espiritual mantiene a la gente y a las tropas de Azeroth centradas en su misión de la paz eterna. Su habilidad para canalizar el espíritu de humanidad a través de sus cuerpos los hace realmente maravillosos y las historias sobre su habilidad para sanar al enfermo y al herido, así como para capaz de afectar las percepciones de los demás, son milagrosas. Las transgresiones contra la humanidad cometidas por los orcos los han obligado a idear maneras para defenderse a sí mismo, pero su verdadero camino sigue siendo la curación de las almas de los hombres.[2]
Desafortunadamente, sus números no fueron suficientes como para cambiar el resultado de la guerra y Ventormenta cayó ante la Horda.[7]
Segunda Guerra y los Caballeros de la Mano de Plata[ | ]
Se decía que los ejércitos de Lordaeron eran profundamente religiosos.[8]
Tras el discurso de Anduin Lothar a los líderes de la Alianza de Lordaeron, el arzobispo Alonsus Faol organizó una reunión con Lothar y el mago Khadgar. Durante este encuentro, Faol les presentó a un grupo de seguidores de la iglesia que se convirtieron en los primeros paladines de uno nueva orden: los Caballeros de la Mano de Plata.
Estos guerreros sagrados fueron: Uther el Iluminado, Saidan Dathrohan, Tirion Vadín, Gavinrad y Turalyon, a quien Lothar eligió como su segundo al mando.
Cuando los ejércitos de la Alianza se vieron obligados a dividirse, Turalyon lideró a un inmenso ejército de la Alianza en algunas de las más críticas batallas como las libradas en la frontera de Quel'thalas y durante el asedio a la Ciudad Capital.
Los paladines fueron claves en la derrota de la Horda y fueron los mejores defensores de la Alianza con poder equiparable al de los caballeros de la muerte de la Horda. Cuando Lothar fue derrotado por Orgrim Martillo Maldito, Turalyon tomó su espada rota y venció al líder orco, acabando con la Segunda Guerra.[9][10]
Después del conflicto, la Alianza emprendió la reconstrucción de Ventormenta y el arzobispo Alonsus Faol jugó un papel decisivo en la reforma de la Hermandad de Villanorte.
Tercera Guerra[ | ]
La Alianza se escinde[ | ]
Sin ser conscientes de los cultos a la muerte que se estaban formando en sus tierras, los líderes de las naciones de la Alianza comenzaron a reñir y discutir por posesiones territoriales y la pérdida de influencia política. El rey Terenas de Lordaeron comenzó a sospechar que el frágil pacto que había creado durante su hora más oscura no duraría mucho más. Terenas había convencido a los líderes de la Alianza para que dieran más dinero y trabajadores para ayudar a reconstruir el reino sur de Ventormenta, que había sido destruido durante la ocupación orca de Azeroth. El aumento en los impuestos que tuvo como resultado esto, junto a los altos costes de mantener y hacer funcionar los campos de internamiento, llevó a muchos líderes, en particular a Genn Cringris de Gilneas, a creer que sus reinos estarían mejor separándose de la Alianza.
Para empeorar las cosas, los elfos nobles de Lunargenta retiraron bruscamente su lealtad a la Alianza, afirmando que el pésimo liderazgo de los humanos había producido la quema de sus bosques durante la Segunda Guerra. Terenas luchó contra su impaciencia y les recordó con calma a los elfos que no habría quedado nada de Quel'Thalas si no hubiera sido por los miles de valientes humanos que habían dado su vida por defenderla. A pesar de eso, los tercos elfos decidieron seguir su propio camino. Y con el abandono de los elfos, Gilneas y Stromgarde también se marcharon.
Aunque la Alianza se estaba partiendo en pedazos, el rey Terenas todavía tenía aliados con los que podía contar. Tanto el Almirante Valiente de Kul Tiras como el joven rey Varian Wrynn de Ventormenta siguieron fieles a la Alianza. Además los magos del Kirin Tor, liderados por el archimago Antonidas, ofrecían un apoyo total al gobierno de Terenas. Pero quizá lo más tranquilizador de todo fue el juramento del poderoso rey enano Magni Barbabronce, que juró que los enanos de Forjaz siempre tendrían una deuda de honor con la Alianza por liberar a Khaz Modan del control de la Horda.
La Plaga de Lordaeron[ | ]
Tras largos meses de preparación, Kel'Thuzad y su Culto de los Malditos finalmente dieron el primer golpe, lanzando la peste de los no-muertos sobre Lordaeron. Uther y sus compañeros paladines investigaron las regiones infectadas con la esperanza de encontrar un medio de detener la peste. A pesar de sus esfuerzos, la peste continuó extendiéndose, amenazando con destrozar la Alianza.
Cuando las filas de no-muertos marcharon sobre Lordaeron, el único hijo de Terenas, el príncipe Arthas, asumió la dirección de la lucha contra la Plaga.
A pesar de que los elfos nobles oficialmente han abandonado la Alianza, algunos elfos siguen siendo fieles a su antiguo compromiso con los aliados humanos y enanos. Los altruistas sacerdotes de Quel'Thalas se negaron a abandonar su papel de curadores y aceptaron permanecer en Lordaeron a pesar de los edictos emitidos por sus eremíticos señores de Lunargenta. Los altos elfos sacerdotes utilizan sus poderes provenientes de la Luz para curar a los heridos y reforzar los espíritus de la élite combatiente de Lordaeron.[11] Estos sacerdotes elfos se unieron al príncipe Arthas a investigar la peste con la meta de sanar la tierra de su extraña maldición.[12]
Arthas logró acabar con Kel'Thuzad, pero, incluso así, los ejércitos de no-muertos aumentaron con cada uno de los soldados que caían defendiendo la tierra. Frustrado y descorazonado por enfrentarse a un enemigo aparentemente imposible de detener, Arthas tomó una serie de medidas extremas para conquistarlos. Finalmente, los compañeros de Arthas le advirtieron que estaba perdiendo su propia humanidad.
El miedo y la resolución de Arthas resultaron ser su perdición. Siguió el rastro del origen de la peste hasta Rasganorte, intentado acabar con esta amenaza para siempre. En su lugar, el príncipe Arthas sucumbió ante el tremendo poder del Rey Exánime. Creyendo que esto salvaría a su gente, tomó la hojarruna maldita, Agonía de Escarcha. Aunque la espada le concedió un poder inefable, también robó su alma y lo transformó en el más grande de los caballeros de la Muerte del Rey Exánime. Con su alma apartada de sí y perdida su cordura, Arthas dirigió a la Plaga contra su propio reino. Finalmente, Arthas mató a su propio padre, el rey Terenas, y aplastó Lordaeron bajo la bota de hierro del Rey Exánime.
El Culto de los Malditos continuó reclutando de entre las gentes desesperadas, añadiendo caballeros de la muerte, nigromantes y acólitos a las filas de la Plaga. Tras varios años de constante guerra y sufrimiento, algunos miembros del clero olvidaron el significado de la Luz sagrada, existiendo únicamente para difundir su frustración y negatividad entre hombres y mujeres.
Varios intentos para eliminar a la Plaga fueron en vano. Varios Caballeros de la Mano de Plata murieron combatiendo a la Plaga, incluyendo su famoso líder Uther el Iluminado. Luego de la caída de Lordaeron, un grupo de valientes formó una cruzada con los remanentes caballeros de la Mano de Plata de Lordaeron e intentaron recuperar su reino devastado tanto de la Plaga como de los rebeldes no-muertos conocidos como los Renegados. En las Tierras de la Peste del Este, asumieron el control de pueblos como la Mano de Tyr y los distritos occidentales de Stratholme, donde se enfrentaron a los ejércitos del Barón Osahendido para recuperar la ciudad. Tras la muerte del alto señor Alexandros Mograine, la cruzada entró un un periodo de división, en el cual se formaron facciones como las Hermandad de la Luz y el Alba Argenta, que se estableció en la Capilla de la Esperanza de la Luz. Aquellos que permanecieron en la cruzada original se renombraron a sí mismos como la Cruzada Escarlata.
World of Warcraft[ | ]
En su juventud, el amable Benedictus fue un aprendiz del líder religioso de Lordaeron, el Arzobispo Alonsus Faol. Benedictus pasó muchos años aprendiendo de su pío maestro y ayudó a la Iglesia de la Luz a construir su más impresionante monumento, la Catedral de Ventormenta. Después de la muerte de Faol, Benedictus se hizo cargo de la iglesia y juró continuar el buen trabajo que su mentor había comenzado tantos años antes.[13]
Daphne y Jordan Fontana ayudaron a la iglesia enormemente.[14]
La Catedral de la Luz sirve ahora como centro espiritual y sede central de la Iglesia de la Luz tanto para Ventormenta, como para la humanidad y la nueva Alianza. Bajo el liderazgo de la iglesia, los Caballeros de la Mano de Plata y el clero fueron reformados, extendiendo la influencia de su religión e integrando a las nuevas razas a sus diversas organizaciones. Las enseñanzas de la Luz fueron aceptadas por los gnomos y los enanos, quienes adoptaron sus creencias.
Invasión de la Plaga[ | ]
Los miembros de la Iglesia al mando de la Obispo Lazaril llegaron a la Ciudad de Shattrath para crear artefactos imbuidos de Luz para luchar contra la Plaga cuando esta invadió las ciudades capitales.
Alma de Dragón[ | ]
Según el Obispo Lontananza, el Arzobispo Benedictus había dejado Ventormenta en una importante misión en la que se le había convocado para ayudar a los Dragones Aspectos con sus esfuerzos en el Templo del Reposo del Dragón y poder limpiar Azeroth de la amenaza de Alamuerte, sin embargo, la verdad es mucho más perversa.
Durante años, el sabio liderazgo de Benedictus ha resultado crucial a la hora de guiar a la humanidad en tiempos difíciles. Pero, tras su aparente benevolencia, se oculta una realidad sorprendente: Benedictus ha jurado erradicar por completo la vida en Azeroth con la ayuda de su maestro oscuro... Alamuerte. Benedictus dejó Ventormenta para trasladarse a la Cámara de los Aspectos en el Templo del Reposo del Dragón, durante el comienzo de la mazmorra de la Hora del Crepúsculo.
Fue allí donde tiene lugar la lucha final contra Thrall, donde Benedictus intenta asesinarlo pero es derrotado por los héroes mortales de Azeroth. Cuando los aventureros regresan a Ventormenta tras su muerte y le cuentan a Lontananza que Benedictus era el Profeta Crepuscular y que había traicionado a la gente de Ventormenta, el obispo no les cree y piensa que se trata de un rumor diciéndoles que es uno más de tantos como el que oyó: uno bastante molesto sobre Lord Bolvar Fordragón. Además les pide que extiendan sus mentiras por donde quieran.
La purga de Dalaran[ | ]
Aún desconociendo el destino de Benedictus, la iglesia aún apoya a la Alianza con orgullo. Algunos de sus clérigos fueron vistos durante la purga de Dalaran.
Relaciones[ | ]
Según Chris Metzen, la Iglesia de la Luz Sagrada apoya a la Cruzada Argenta y odia a la Cruzada Escarlata.[15]
Se comenta que cuenta aproximadamente con 800,000 miembros.[16]
En el RPG[ | ]
La Iglesia de la Luz Sagrada es una organización legal buena afiliada a la Alianza. La Iglesia de la Luz Sagrada puede encontrarse en casi cualquier parte de Azeroth, y tiene aproximadamente 800,000 miembros.[16]
Historia[ | ]
Origen[ | ]
No se conoce con exactitud cuando se fundó la Iglesia y nadie recuerda cuando la humanidad descubrió por primera vez a la Luz Sagrada. En un periodo previo a la Primera Guerra, los humanos empezaron a predicar sobre ella, explicando que que es una fuerza grande y benevolente que busca a los espíritus mortales interesados en ayudar a los demás y proteger la vida. Dado que esta filosofía implica una cantidad significativa de estudio, al parecer construyeron bibliotecas antes de levantar iglesias. Cuando la organización creció, los lugares de enseñanza y estudio crecieron con ella. Finalmente, todas las iglesias individuales empezaron a trabajar en conjunto creando la Iglesia de la Luz Sagrada [17].
Tercera Guerra[ | ]
Algunos aseguran que la Tercera Guerra fue lo mejor que le pudo haber pasado a la iglesia, que finalmente renunció a sus antiguos hábitos y empezó a cambiar. Algunos de los sacerdotes más jóvenes sugirieron que la iglesia tome esta oportunidad para reconstruirse, dejando a un lado muchas de sus antiguas tradiciones y empezar nuevas. Alegaron que la iglesia se había desviado del camino de las Tres Virtudes y debían volver a ellas. De acuerdo con ellos, los ancianos habían perdido el toque de la Luz y era tiempo de recuperar esa comunión sagrada.
Hubo rumores de una ruptura dentro de la iglesia misma. Se dijo que los feligreses peleaban entre ellos sobre si debían aferrarse a las viejas costumbres o crear nuevas tradiciones. Encima la mayoría de los textos de la iglesia se habían perdido y esto no mejoraba la situación (incluso se habían escrito nuevos, algunos de ellos sin comparar notas o revisar fuentes verídicas). Se comenzó a especular después que la iglesia por fin había vuelto a organizarse otra vez para revisar todos estos textos de acuerdo a su consistencia y exactitud.[16]
Organización[ | ]
El arzobispo representa la cabeza de la iglesia y bajo su liderazgo existe un concilio de obispos que lo asesoran. Generalmente el arzobispo fue un obispo antes de ser elegido y una vez que ha sido nombrado para ostentar el cargo, dirige a la organización hasta su fallecimiento o renuncia. Los obispos realizan otras tareas además de aconsejar al arzobispo. Cada uno tiene a su cargo una región, en algunos casos un continente entero. Las regiones están segmentadas respecto a la población y no a la superficie, razón por la cual un obispo puede ser responsable de una gran ciudad, mientras que otro ejerce su influencia sobre toda una región. Ventormenta tiene su propio obispo, así como Rasganorte. Los sacerdotes trabajan para los obispos y se encargan de la mayor parte del trabajo comunitario: predicar, atender a los heridos, enseñar a los niños, entre otras actividades. De igual forma, eligen sacerdotes no ordenados que no pueden predicar para asistirlos en las tareas diarias alrededor de los templos y monasterios.
La Iglesia de la Luz Sagrada solo puede obtener ganancias abundantes gracias a las donaciones. Para alimentar a los sacerdotes, la institución religiosa debe generar dinero. Para ello tienen numerosas granjas distribuidas por toda la región donde los sacerdotes realizan allí sus cultivos y crían ganado para la iglesia y venden el excedente. En algunas regiones la iglesia posee tierras que renta a granjeros, mercaderes y hombres de negocios. Sin embargo, no mantienen una buena parte de la ganancia ya que la iglesia regala comida, ropa y otras cosas a los pobres. Además enseñan a las personas a rezar por la salud, la agricultura y en general por cómo ser una buena persona.
Antes de la Primera Guerra, la iglesia tenía tres emplazamientos importantes: la Abadía de Villanorte en la región occidental de Azeroth, el Templo de la Luz de Stratholme y la Catedral de la Luz en la Ciudad de Ventormenta. La Horda destruyó la Abadía de Villanorte durante la Primera Guerra hasta reducirla a escombros,[16] el Templo de la Luz cayó junto a la ciudad de Stratholme ante la Plaga y solo la Catedral de la Luz permaneció de pie, convirtiéndose en la sede general de la iglesia. Una enorme estructura con diversas alas y agujas, la catedral sirve de hogar al arzobispo de Ventormenta y a diversos sacerdotes. Además, contiene en su interior una gran cámara, donde se reúne el concilio de obispos junto al líder de la iglesia para discutir asuntos importantes y trazar las acciones de la Iglesia.[18] La Abadía de Villanorte más tarde fue reconstruida pero sólo es un puesto de avanzada de la Catedral de la Luz.[19]
Divisiones[ | ]
- Hermandad de Villanorte
- Caballeros de la Mano de Plata
- Clérigos de Villanorte
Membresía[ | ]
Todos pueden seguir el camino de la Luz Sagrada y por ende, son bienvenidos en la iglesia. La mayoría de sus miembros son humanos y la iglesia no discrimina. Los elfos nobles y los enanos de Forjaz siempre han sido miembros.
Aunque cualquiera puede convertirse en feligrés, convertirse en sacerdote envuelve un proceso largo y difícil. Primero debe tomar varias clases acerca de la historia de la iglesia, principios y actividades. Si el postulante demuestra aptitudes, se gradúa para el siguiente paso: recibir instrucción personal con un sacerdote para aprender sobre las plegarias y otras devociones. Varios postulantes se convierten en sacerdotes laicos que trabajan para iglesia mientras estudian. Pueden pasar varios años bajo instrucción hasta que el sacerdote sienta que están listos. Entonces se realiza una audiencia con el obispo y se prepara una estadía en uno de los monasterios de la iglesia, que puede durar de meses a años, alejados de toda persona excepto de otros creyentes. Durante este tiempo varios de ellos experimentan la verdadera comunión con la Luz por primera vez. Si el postulante mantiene su fe y todavía parece adecuado, el sacerdote jefe del monasterio lo promueve para su ordenación. Una vez que el sacerdote es ordenado, su vida pertenece a la iglesia. El concilio decide a dónde debe ir y qué hará, sea trabajar en la granja o predicar en una ciudad. Muchos sacerdotes se mantienen junto a la iglesia hasta que fallecen, mientras más envejecen, realizan más trabajos de estudio y menos labor física. Son pocos los que pierden la fe y abandonan renunciando a sus votos. Aquellos que permanecen y se distinguen espiritual y políticamente, pueden alcanzar cargos importantes y convertirse en obispos.
Después de la Segunda Guerra, la Iglesia de la luz perdió varios miembros, principalmente por las masacres en todo Lordaeron, razón por la cual muchos templos solo tenían un sacerdote o eran cerrados. La feligresía empezó a crecer desde la Tercera Guerra y los templos se llenaron nuevamente.[20]
Liderazgo[ | ]
El concilio está formado por varios obispos, aunque naturalmente no todos pueden asistir a cada reunión. Muchos manejan sus propias regiones pero se muestran pasivos durante las reuniones, expresando sus opiniones solo con movimientos de cabeza o frunciendo el ceño y votando sin mediar palabra. Otros son más bulliciosos, más agresivos y más políticos. Tres de ellos han moldeado sus propias bases de poder dentro del concilio y junto al arzobispo representan los verdaderos poderes de la iglesia. Algunos dicen que los tres obispos son el poder mientras que el arzobispo baila desesperadamente entre ellos, tratando de evitar un cisma.[20]
Nombre | Localización |
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Arzobispo Benedictus (último arzobispo de la Iglesia de la Luz) | Catedral de la Luz, Ciudad de Ventormenta |
Hylan | Catedral de la Luz, Ciudad de Ventormenta (RPG) |
Leander | Catedral de la Luz, Ciudad de Ventormenta (RPG) |
Neheri | Catedral de la Luz, Ciudad de Ventormenta (RPG) |
Las Tres Virtudes[ | ]
La filosofía de la Luz Sagrada se reduce a tres enseñanzas, llamadas las Tres Virtudes. Dichas virtudes — respeto, tenacidad y compasión — son definidas como un principio y una lección.
Respeto[ | ]
La primera virtud en ser enseñada es el Respeto. Mientras que la Luz Sagrada enseña que la conciencia de uno mismo y del universo es una meta, uno debe ver también la conexión entre otros y el universo. Destruir la felicidad de otros y cortar su conexión con el universo no es servir al bien mundial, y por tanto tampoco al tuyo propio. Los practicantes de la Luz Sagrada no son ingenuos, sin embargo, y entienden que conflictos, guerras y sufrimiento ocurren; pero aspiran a hacer del universo un lugar mejor a pesar de tales obstáculos.
Tenacidad[ | ]
La segunda virtud es la Tenacidad. La adición de esta virtud es, accidentalmente, la parte del entrenamiento bajo la Luz Sagrada que elimina a los infieles, ya que la verdadera dedicación toma años. Nuevos acólitos usualmente pierden esperanza y pierden de vista el verdadero significado de la Luz Sagrada cuando se dan cuenta de que servir a esta filosofía toma toda una vida. El mundo es mucho más grande que un solo espíritu; y mientras que el mundo puede cambiar un espíritu en un día, toma mucho más tiempo cambiar el mundo. Sólo a través de la tenacidad, un sirviente de la Luz Sagrada puede esperar afectar al universo. Si algunos jóvenes estudiantes sienten que esta es una tarea imposible, otros toman refugio en la realización de que si uno realmente cree en que hay una conexión entre el ser y el universo, uno no puede evitar afectar al otro, sin importar el tamaño. Afectar al mundo puede incluir cualquier cosa, desde enseñar e inculcar esperanza en otros, hasta unirse a otros con pensamientos similares para trabajar juntos en un cambio mayor.
Compasión[ | ]
Una vez los primeros conceptos son dominados, el estudiante puede comenzar con la última virtud: Compasión. La conexión entre uno mismo y el universo es fuerte, pero es sólo una conexión. Si un seguidor de la Luz sirve a otro para aumentar su felicidad, su enlace con el universo crece. Esta felicidad que recibe al ayudar a otro también le hace más fuerte a él y al universo, y es capaz entonces de afectar al universo aún más.
La Compasión es quizás la más poderosa - y también la más peligrosa - de las virtudes.
Si alguien es demasiado compasivo, puede dar ayuda donde no se necesita - o no se quiere. Pasar esto por alto puede entorpecer el crecimiento de uno mismo, y su felicidad. Por ejemplo, uno podría ayudar a otro con una misión aparentemente imposible, cuando en realidad esta misión no está fuera de las habilidades del que trata de cumplirla. Entonces, la Compasión (aunque bien intencionada) ha resultado en la incapacidad de crecer para esa persona, ya que la misión estaba esencialmente hecha para ellos, dañando su crecimiento y su felicidad.
Algunos con intención de ayudar pueden ser torpes y hacer más daño que bien con sus acciones, aumentando el sufrimiento e infelicidad en el mundo. Un seguidor de la Luz bienintencionado podría acudir en ayuda de un aventurero, y terminar consiguiendo demasiado interés en si mismo por parte de los atacantes, forzando así a quien trataba de ayudar a defenderle.
Este es el motivo por el que la compasión es la última en ser enseñada; sólo los sabios y aquellos que entienden por completo la compasión podrían identificar quién la necesita de verdad y quién puede crecer por sí mismo.[21]
Especulación[ | ]
El siguiente contenido son sólo especulaciones, observaciones u opiniones basadas posiblemente en datos oficiales de Blizzard. No debe tomarse como información oficial.
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- Los códices escritos por Mereldar y los otros profetas humanos pueden haber llegado a convertirse en los cinco códices entregados a los primerosCaballeros de la Mano de Plata.[22] Es posible que estos cinco códices fuesen condensados en las Tres Virtudes, o que dos de los códices hayan sido ignorados de forma voluntaria por la Iglesia.
- El Alba Argenta y su sucesora, la Cruzada Argenta, cuentan ambos con una cantidad inusual de hombres y mujeres no-muertos seguidores de la Luz, comparados con cualquier otra facción, incluyendo a los Renegados. Es posible que estos fieles a la Luz sean miembros de la rama de Lordaeron de la Iglesia de la Luz Sagrada, inicialmente liberados con los demás no-muertos, y que decidiesen unirse por separado de los Renegados, dada la tendencia de estos últimos de convertirse en Sacerdotes de la Sombra en su lugar.
- La cantidad de miembros de la rama de Ventormetna de la Iglesia que se unieron al culto del Martillo Crepuscular es considerablemente alta. Se sabe que el Martillo Crepuscular ocupó la Abadía de Villanorte durante la Segunda Guerra; y es posible que hayan dejado atrás algunos libros (tales como el Cántico Crepuscular) que acabasen en manos de miembros impresionables de la Iglesia.
Sapiencia de la Luz[ | ]
- Artículo principal: Luz#Sapiencia
La Luz ha sido personificada varias veces por sus seguidores y otros, y se le han atribuido varias cualidades, creyendo por ejemplo que tiene voluntad, o que puede tomar decisiones, o que es buena, mientras que el Vacío y otras magias son perversas.
- Podemos encontrar dichos humanos como "Que la Luz esté contigo".
- Otros, como Revil Kost y Ambrose también creen que la Luz es algún tipo de deidad abstracta que guía a los mortales por algún propósito benigno,y que todas las acciones y destinos han sido construidos por su designio.[fuente requerida]
- La creencia general es que los mortales fueron elegidos para actuar como recipientes y portadores de la voluntad de la Luz.[23]
- Tirion Vadín se dirigió directamente a la Luz y le pidió que le concediese una última bendición.[24]
- Dansel Adams interpretó la desaparición de Naxxramas cuando esta se teletransportó como "un milagro de la Luz".[25]
Referencias[ | ]
- ↑ Mareas Tenebrosas, capítulo 3
- ↑ 2,0 2,1 Manual de Warcraft: Orcs & Humans, Ejército de Azeroth de la Primera Guerra, Clérigo
- ↑ 3,0 3,1 3,2 3,3 Discurso de la Confesora Argenta Cabelloclaro
- ↑ Pregúntale al equipo de desarrollo creativo
- ↑ World of Warcraft: Crónicas Volumen 1, pg. 142
- ↑ World of Warcraft: Crónicas Volumen 2, pag 126
- ↑ Warcraft: Orcs & Humans
- ↑ Warcraft II: Tides of Darkness manual, Nations of the Alliance, Lordaeron
- ↑ Warcraft II: Tides of Darkness
- ↑ Mareas Tenebrosas
- ↑ Manual de Warcraft III: Reign of Chaos, 10
- ↑ Los estragos de la Plaga
- ↑ Manual de World of Warcraft, 150
- ↑ [20] Escrito sobre valor (4)
- ↑ Chris Metzen en Twitter
- ↑ 16,0 16,1 16,2 16,3 Alliance Player's Guide, pg. 152
- ↑ Alliance Player's Guide, pg. 152-153
- ↑ Alliance Player's Guide, 52-153
- ↑ Lands of Conflict, 49
- ↑ 20,0 20,1 Alliance Player's Guide, 153
- ↑ World of Warcraft: The Roleplaying Game, pg. 168-169
- ↑ World of Warcraft: Crónicas Volumen 2, pag 154
- ↑ Jinetes Oscuros
- ↑ Rey Exánime (tácticas)
- ↑ Noticias del Norte
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