Los guardianes del bosque (WC3) o guardianes de la arboleda (WoW) son los hijos predilectos del semidiós Cenarius. Como sus hermanas menores las dríades, los guardianes parecen ser mitad elfo de la noche mitad ciervo: tienen enormes astas y crines de hojas que cubren su espalda y la mano derecha desfigurada y enroscada como las retorcidas zarpas de los antárboles. Los guardianes poseen muchos poderes extraños sobre la naturaleza y los animales. Aunque suelen permanecer en el sagrado Claro de la Luna del Monte Hyjal, los guardianes siempre responden a la llamada de combate cuando las tierras de Kalimdor se ven amenazadas.[1]
Esta sección aborda contenido exclusivo de Warcraft RPG y se considera no canónico.
Un guardían de la arboleda utiliza los bosques como fuertes aliados en batalla. Como primer acto, el guardián usa su poderoso hechizo de fuerza de la naturaleza para animar a los árboles cercanos a sus adversarios. Saca el máximo provecho de las duras y espesas raíces bajo la tierra para atrapar e inmovilizar a sus enemigos. Con este conjuro de raíces enredaderas, el guardián mantiene a sus enemigos lejos de sí y sin posibilidad de maniobrar, son atacados por sus antárboles invocados.
La mano derecha del guardián se asemeja las retorcidas raíces de un árbol con una frondosa y espinosa vid que crece desde su mano y se envuelve alrededor de su brazo. El guardián puede extender esta vid y utilizarla como arma para enfrentamientos cuerpo a cuerpo o como proyectil. Puede disparar hasta 12 proyectiles por día ya que su capacidad de crecimiento es constante. La vid, que hace la función de un látigo puntiagudo, puede alcanzar el metro y medio de distancia.[2]
Los guardianes de la arboleda hablan principalmente Darnassiano y Común. Ocasionalmente, aprenden los idiomas de los nativos de Kalimdor, tales como el Bajo común y Taur-ahe.[3]
En Warcraft III, Malfurion Tempestira era considerado como un guardián del bosque, aunque esto probablemente se debía simplemente a una mecánica del juego.
Galería[ | ]
En Warcraft III.
Los guardianes se asemejan a ciervos, con el torso de los elfos de la noche.