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Para la novela de Jeff Grubb véase El Último Guardián

El último guardián es parte del Capítulo II de la Historia de Warcraft aparecida en la página web de World of Warcraft.

En WoW Icon 16x16 aparece otra versión retocada en forma de libro que los jugadores pueden leer.

45 años antes de Warcraft I

Aegwynn la Guardiana se fue haciendo más poderosa con el paso de los años y utilizó las energías de Tirisfal para alargar su vida considerablemente. Creyendo estúpidamente que había derrotado a Sargeras del todo, continúo salvaguardando al mundo de los sirvientes del rey de los demonios durante casi novecientos años. Sin embargo, el Consejo de Tirisfal finalmente decretó que su tiempo en el cargo tenía que terminar. Le ordenaron volver a Dalaran para que pudieran escoger a un nuevo sucesor para el poder del Guardián. Pero Aegwynn, que siempre desconfió del Consejo, decidió escoger ella misma a su sucesor.

La orgullosa mujer planeaba dar a luz a un hijo al que entregaría su poder. No tenía intención alguna de permitir a la Orden de Tirisfal manipular a su sucesor como habían intentado manipularla a ella. Viajó a la nación sureña de Azeroth para encontrar al hombre perfecto para ser el padre de su hijo: un habilidoso mago humano conocido como Nielas Aran. Aran era el conjurador de la corte y consejero del rey de Azeroth. Aegwynn sedujo al mago y concibió un hijo suyo. La afinidad natural de Nielas con la magia sería aún más fuerte en su futuro hijo y definiría los trágicos pasos que el niño daría más adelante. El poder de Tirisfal también fue implantado en el niño, pero no debía despertarse hasta que llegase a la madurez física.

El tiempo pasó y Aegwynn dio a luz a su hijo en una arboleda solitaria. Llamando al niño Medivh, que significa "guardián de los secretos" en el idioma de los elfos nobles, Aegwynn pensaba que el chico crecería para convertirse en el siguiente Guardián. Por desgracia, el maligno espíritu de Sargeras, que permanecía oculto en su interior, había poseído al niño indefenso mientras todavía estaba en su vientre. Aegwynn ignoraba completamente que el siguiente Guardián del mundo ya estaba poseído por su mayor némesis.

Segura de que su bebé estaba sano y salvo, Aegwynn envió al joven Medivh a la corte de Azeroth y lo dejó allí para que lo criase su padre mortal y su pueblo. Después ella se retiró y se preparó para fallecer y pasar a la próxima vida que la estuviera esperando. Medivh creció y se convirtió en un chico fuerte que no tenía ni idea del poder potencial de su derecho de nacimiento tirisfaliano.

Sargeras esperó su momento, hasta que el poder del joven se manifestó por sí mismo. Para cuando Medivh hubo llegado a la adolescencia, ya se había convertido en alguien muy famoso en Azeroth por su habilidad con la magia y a menudo se iba de aventuras con sus dos amigos: Llane, el príncipe de Azeroth y Anduin Lothar, uno de los últimos descendientes del linaje Arathi. Los tres chicos siempre creaban problemas constantemente por el reino, pero la gente en general los quería.

Cuando Medivh cumplió catorce años, el poder cósmico en su interior despertó y se enfrentó al dominante espíritu de Sargeras que habitaba en su alma. Medivh entró en un estado catatónico que duró muchos años. Cuando despertó del coma, descubrió que ya era adulto y que sus amigos Llane y Anduin se habían convertido en los regentes de Azeroth. Aunque deseba utilizar sus recién descubiertos y asombrosos poderes para proteger la tierra que llamaba hogar, el oscuro espíritu de Sargeras retorcía sus pensamientos y emociones hacia un fin insidioso.

Sargeras se regocijaba en el cada vez más oscuro corazón de Medivh, ya que sabía que sus planes para la segunda invasión del mundo estaban cerca de completarse y que sería el último Guardián del mundo el que los completaría.

World of Warcraft[ | ]

En WoW Icon 16x16 puede leerse por medio de un libro cuyo texto presenta algunas variaciones con respecto al publicado en el manual de Warcraft III. Dicho libro puede encontrarse junto al instructor de minería de Thelsamar, la posada de la Colina del Centinela y en la biblioteca de Karazhan. Cuenta para el logro Inv misc book 04 [Erudito].


El último guardián

Con el paso de los años, la guardiana Aegwynn se hizo cada vez más poderosa y utilizó las energías de Tirisfal para extender con mucho el alcance de su vida. Creyendo erróneamente que había derrotado a Sargeras para bien, continuó salvaguardando el mundo de los esbirros del rey de los demonios durante aproximadamente novecientos años. Sin embargo, el Consejo de Tirisfal decretó que su administración había llegado a su fin.

El consejo ordenó a Aegwynn que regresara a Dalaran, de manera que pudieran elegir un nuevo sucesor para la guardiana. Aun así, Aegwynn, desconfiando del consejo, decidió escoger a un sucesor por sí misma.

La orgullosa Aegwynn decidió traer un hijo al mundo al que transferir su poder. No tenía intención alguna de permitir que la orden de Tirisfal manipulara a su sucesor de la misma forma que intentaron manipularla a ella. Dirigiéndose a la nación sureña de Azeroth, Aegwynn encontró al hombre perfecto para convertirlo en padre de su hijo: un hábil mago humano conocido como Nielas Aran.

Aran era el mago y consejero de la corte del rey de Azeroth. Aegwynn sedujo al mago y tuvo un hijo de él. La afinidad natural hacia la magia de Nielas habría de influir profundamente en el niño aún no nacido y terminaron por definir los trágicos pasos que posteriormente seguiría el niño. Asimismo, el poder de Tirisfal pasó al niño, si bien no fue consciente de ello hasta alcanzar la madurez física.

Pasó el tiempo y Aegwynn dio a luz a su hijo en un bosquecillo apartado. Dándole el nombre de Medivh, que significa "guardián de los secretos" en la lengua de los elfos nobles, Aegwynn creyó que cuando el niño creciera, se convertiría en el próximo guardián. Desafortunadamente, el espíritu maligno de Sargeras, que se ocultaba en ella, tomó posesión del indefenso niño mientras permanecía en el seno materno. Aegwynn no tenía la menor idea de que el próximo guardián del mundo ya estaba poseído por su mayor enemigo.

Habiéndose asegurado de que su hijo estaba sano, Aegwynn envió al joven Medivh a la corte de Azeroth y lo dejó allí para que creciera junto a su padre mortal y a su gente. Luego, se internó en la jungla y se preparó para acudir a la cita con el más allá. Medivh creció hasta convertirse en un joven fuerte y no tenía idea del potencial que implicaba su derecho de nacimiento en Tirisfal.

Sargeras esperó el momento oportuno, hasta que los poderes del joven se manifestaron por sí solos. Cuando Medivh alcanzó la adolescencia, se convirtió en un personaje muy popular en Azeroth debido a sus poderes mágicos y, a menudo, corrió aventuras junto con sus dos amigos: Llane, príncipe de Azeroth, y Anduin Lothar, uno de los últimos descendientes de la línea de sangre arathi. Los tres muchachos no hacían más que meterse constantemente en líos, pero eran muy apreciados por el pueblo.

Cuando Medivh cumplió la edad de catorce años, el poder cósmico que residía en él despertó y chocó con el espíritu invasor de Sargeras que acechaba en su alma. Medivh entró en un estado catatónico que se prolongó durante varios años

Cuando despertó de su estado de coma, cayó en la cuenta de que se había convertido en un adulto y vio que sus amigos eran los regentes de Azeroth. Si bien deseaba utilizar sus increíbles poderes para proteger la tierra que consideraba su casa, el oscuro espíritu de Sargeras tergiversó sus propósitos y emociones, conduciéndole a un final insidioso.

Sargeras se rebeló en el corazón de Medivh, ya que sabía que sus planes para una invasión del mundo estaban a punto de materializarse y el último guardián del mundo los llevaría a buen término.

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