- Diario de Jubeka
- Nivel de objeto 1
- Único
- "Este cuaderno atado con cuero y medio mordido ha visto días mejores."
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El Diario de Jubeka es proveído durante la misión [90] Buscando las piedras de alma
Texto[ | ]
<Este documento contiene el diario de una de las maestras instructora de brujos. Las páginas están llenas de notas aleatorias, dibujos esporádicos de los órganos internos de un diablillo y los bocados preferidos de los manáfagos.
Casi al final, una entrada llama tu atención...>
Dia 26:
Han pasado casi dos semanas desde que Kanrethad y yo llegamos a Terrallende. Casi inmediatamente después, partió al Valle Sombraluna. No me molesté en preguntar por qué, mientras no lo maten.
Mis investigaciones en este baldío polvoriento continúan como temía. Aunque la matanza de la Legión ha remitido, aún quedan alguno de los especímenes demoníacos más raros.
Día 28:
Los diablillos viles del Barranco Llama Infernal en Fuego Infernal son verdaderos parlanchines. He descubierto que es tan fácil contratarlos como aprenderse sus nombres. El ritual para invocar a uno es, como mucho, trivial.
Es bastante difícil toparme con los señores del vacío pero no cuesta mucho convencerlos para que revelen el nombre de un señor rival.
Me he preguntado una o dos veces si Kanrethad volverá algún día, pero en realidad no importa. El consejo puede deshacerse de mí, pero mientras perduren mis grimorios perdurará mi legado.
Día 32:
Mientras examino las nauseabundas Ruinas de Farahlon hoy en Tormenta Abisal, una raza de sepias con un ojo voladoras me ha tendido una emboscada. Se llaman observadores a sí mismos y son sorprendentemente inteligentes. Han expresado un profundo deseo de conocer todas las formas de magia y ofrecieron sus servicios de forma voluntaria a cambio de una oportunidad para consumir nuevas formas de magia.
El ritual para invocar a un observador es sorprendentemente complejo. Como habitantes de la Gran Oscuridad del Más Allá, migran con frecuencia y el ritual de invocación debe compensar sus desplazamientos. Invocar a un observador contra su voluntad sería casi imposible.
Día 35:
Kanrethad ha regresado, pero tiene bastante mal aspecto. Teniendo en cuenta su técnica indisciplinada, no me extraña que su investigación haya sito todo menos un éxito.
Estoy lista para vincular a un miembro de la orden de la Legión Ardiente superior, pero no me atrevo a llevar a cabo el ritual yo sola. De hecho, quizás sería el sujeto de pruebas perfecto...
Día 36:
¡Asombroso! Mi primer intento de invocar a un miembro de la orden de la Legión Ardiente superior ha fallado tan espectacularmente como había previsto. La shivarra se liberó justo después de que Kanrethad completara el ritual.
Esperaba que matara al débil humano mientras yo desterraba a la criatura. Por el contrario, en el momento en que las espadas afiladas de la shivarra cortaron el aire, la forma de Kanrethad cambió y las hojas rebotaron como si hubieran golpeado una piedra.
A diferencia de la típica forma de metamorfosis, no completó la transformación demoníaca... Quizás su investigación haya dado más frutos de lo que me esperaba.
Día 40:
Irónicamente, la clave para vincular a un guardia de cólera era reducir el número de símbolos rúnicos del círculo de invocación. El guardia de cólera era muy resistente a los encantamientos y a las coacciones, pero responde de buena a gana a expresiones básicas de fuerza.
Kanrethad ha sido inesperadamente intuitivo sobre el conocimiento que la Legión usa para forzar al guardia de cólera a actuar. Su capacidad para expresar su dominancia sobre demonios menores es impresionante, aunque efímera. Con mucho esfuerzo he podido discernir las formas que utiliza para invocar a varios sirvientes demoníacos a la vez.
Desafortunadamente, aunque él pueda vincular dos demonios menores de forma indefinida, yo sólo puedo hacerlo durante un breve espacio de tiempo.
Día 47:
Hemos dejado algunos cadáveres de ogros a nuestro paso, pero estudiar el círculo ritual de Vim'gol reforzó otras formas de reforzar nuestro poder a través de sacrificios demoníacos. Aunque el acto enfurece considerablemente a nuestros sirvientes demoníacos, fusionar su energía vital con la nuestra hace que el poder aumente en gran medida.
Experimentando, he descubierto que cuanto más vinculado se esté con el demonio que sacrificas, mayor es el poder del ritual.
La capacidad de Kanrethad de contener su transformación demoníaca parece haberse estancado. De nuevo, su carencia de poder me repugna. Algo que sería trivial para la mayoría de los brujos, le lleva una eternidad.
Día 50:
Con la insistencia de Kanrethad, nos dirigimos a El Altar de Condenación en el Valle Sombraluna. Parece convencido de que hay algo más tras la Mano de Gul'dan que una simple muestra de poder.
Yo no estoy segura, pero en este momento mis grimorios están completos. No entiendo su obsesión por controlar el flujo de poder demoníaco que le otorga su transformación.
Mientras él juega con sus altares antiguos, yo intento probar suerte para abrir su portal que invoque a muchos diablillos salvajes de una vez...
Día 60:
Kanrethad trama algo. Decir que me preocupa mucho nuestro próximo movimiento es un dramático eufemismo.
(Una nota rasgada asoma por la cubierta trasera del diario de cuero)
Estoy convencida de que no hay posibilidad de regresar con vida de la próxima aventura. Simplemente no puedo arriesgarme a que mis grimorios caigan en el olvido. Por eso, he contratado a los diablillos para que dejen cuatro fragmentos de mi piedra de alma en las ubicaciones listadas en mi diario.
Te envío este diario a tí, amigo en quien confío, para que si surge la necesidad de localizarme, reúnas las cuatro piedras, encuentres mi cuerpo y te aseguras de que mis grimorios vuelven a Azeroth.
Firmado,
Jubeka Domasombras
Últimos cambios[ | ]
Parche 5.2.0 (05 Mar 2013): Added.