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 Cruzada Escarlata | |
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| Líder principal | Desconocido |
| Anteriormente |
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| Líderes secundarios | Galvar Purasangre |
| Raza(s) | |
| Capital | |
| Anteriormente | |
| Lenguaje principal | |
| Lenguajes secundarios | Enano, Thalassiano |
| Zona de operaciones | |
| Afiliación | |
| Estado | Diezmada, supervivientes en la clandestinidad[1] |
Cruzado Michael Goodchilde, paladín de la Cruzada Escarlata.
La Cruzada Escarlata (llamada también Hermandad Escarlata)[2] es una fanática organización religiosa proveniente de los Caballeros de la Mano de Plata dedicada a la erradicación de los no-muertos en Lordaeron. Son los mayores enemigos de los Renegados y de la Plaga, y varias de las misiones de Claros de Tirisfal incluyen atacar a las tropas de la Cruzada, así como asaltar sus fortalezas. Los cruzados han construido varios bastiones a lo largo de las antiguas tierras de Lordaeron, los más importantes son el Monasterio Escarlata, Vega del Amparo, la Mano de Tyr, la catedral fortificada de Stratholme y varios campamentos de exploradores.
También era, antes de la Devastación, la única jerarquía remanente del Reino de Lordaeron luego de su destrucción a manos de la Plaga. Tras el ataque sufrido en el Enclave Escarlata, la Cruzada Escarlata cambió su nombre por el del Embate Escarlata y pasó a operar en Rasganorte, aunque varios miembros de la Cruzada original no siguieron este camino.
Desde la caída del Rey Exánime, la Cruzada Escarlata ha experimentado la decadencia, perdiendo varios de sus asentamientos en las recuperadas Tierras de la Peste y varios de sus miembros irónicamente siendo levantados como no-muertos.
Información general
La Cruzada Escarlata es un grupo de fanáticos tan dedicados al exterminio de todos los no-muertos que incluso han atacado a los vivos.[3] En las Tierras de la Peste del Oeste, la Cruzada ha realizado asaltos contra la Plaga desde su bastión en Vega del Amparo.[4] Varios Caballeros de la Mano de Plata permanecieron en Lordaeron por varias razones que incluyen el haberse perdido los barcos de rescate hasta el sentido de deuda para limpiar sus amadas tierras de los no-muertos. Con la destrucción de Lordaeron en frente de ellos y el saber que Arthas Menethil los traicionó, algunos caballeros se volvieron dementes. Cazaron a los no-muertos en Lordaeron con un extremismo que asusta. Varios mortales inocentes han sido asesinados debido a varios malentendidos o simplemente "para asegurarse". Estos paladines siguen una política aterradora: si tienen dudas, asumen que la persona ha sido infectada o es no-muerta y la matan. Estos caballeros nunca admitirían que están caminando el mismo camino que llevó a Arthas a la condenación. Aquellos que cuestionan a sus líderes son vistos como simpatizantes de los no-muertos y son masacrados. Varios de sus miembros sirven a la Cruzada Escarlata por miedo, ya que hablar significa la muerte instantánea.[5]
La Cruzada Escarlata es el reflejo de lo que ocurre cuando los fanáticos se hacen cargo de una buena causa. Si bien la Alianza concuerda con que la Plaga debe ser erradicada de Lordaeron para poder regresar a su hogar, pocos de sus miembros aceptan los métodos utilizados por la Cruzada Escarlata. Los miembros de la Cruzada son en su mayoría soldados, varios son Caballeros de la Mano de Plata, que presenciaron tal devastación causada por la Plaga que recurren a medidas extremas para destruir a los no-muertos. Esto incluye el exterminio de cualquier mortal que asumen es un no-muerto, el asesinar mortales para conseguir no-muertos o el asesinar mortales que tal vez simpatizan con los no-muertos. “Simpatiza con los no-muertos” es la frase que los cruzados interpretan cuando alguien expone que sus métodos son extremos. Son los enemigos naturales de la Plaga y de los Renegados, y también son adversarios de cualquiera que no se pruebe que está vivo.[6] Para la Cruzada, no hay diferencia entre los Renegados y la Plaga y atacan a los dos por igual con ferocidad.[7]
Pese a sus excesos, la Cruzada mantuvo un enorme poder sobre los Reinos del Este, habiendo destruido numerosos campamentos de no-muertos en Lordaeron[7] y habiendo derrotado a poderosos exánimes y señores del terror como Beltheris. La Cruzada Escarlata no confía en gente no-humana aunque permitieron antes que otras razas entren en sus rangos como los elfos nobles y enanos.[8]
Historia
La Cruzada Escarlata ha adoptado el símbolo de Lordaeron en uno de sus estandartes.
Se cuenta que Isillien fue un sacerdote de la Luz Sagrada en Lordaeron, asignado como coordinador de la orden de los Caballeros de la Mano de Plata que trabajaba muy de cerca con el Alto general Abbendis, instruyendo a los jóvenes paladines en su búsqueda de la verdad. Tanto sacerdotes como paladines lucharon cuando la Plaga atacó la ciudad y se vieron forzados a huir cuando cayó Lordaeron. Algunos especulan que fueron las heridas que ambos recibieron en batalla, o tal vez el trauma de ver sus propósitos destruidos, pero desde ese día Isillien y Abbendis perdieron la cordura. Ambos líderes recorrieron el área mientras la Plaga profanaba la tierra, destruyendo a los no-muertos que podían y reuniendo guerreros para alimentar sus fuerzas. Ahora tenían una única preocupación: la erradicación de todo lo que había destruido Lordaeron.[3]
Isillien y el Alto general Abbendis decidieron reunirse junto a otros personajes de renombre. Entre ellos se encontraba la hija del Alto general, Brigitte Abbendis, Alexandros Mograine y su hijo Renault, Taelan Vadín y Saidan Dathrohan. El grupo llegó a plantearse una meta singular que consistía en la destrucción de la Plaga en todas sus formas.[9][10]
Taelan Vadín, uno de los protegidos de Isillien quien admiraba a su tutor y a su general, ofreció la fortaleza de su familia y sus tierras inmaculadas para su base de operaciones. El grupo empezó a añadir miembros a sus filas cuyas vidas habían sido arruinadas por la Plaga. Varios de ellos habían visto morir a un ser amado e incluso otros, los habían visto levantarse de la muerte para luchar a lado de sus asesinos. Isillien se convirtió en el portavoz del grupo; sus desvaríos ganaban más seguidores que opositores. ¿Quién podría discutir con el argumento de que los no-muertos eran perversos?[3]
Algunos tuvieron razón para detenerse cuando se encontró el cadáver de un joven paje con un cuchillo de Isillien atravesando su corazón. El sacerdote reportó calmadamente que el paje había muerto esa tarde mientras cazaba y que los no-muertos lo habían resucitado y enviado de vuelta con la intención de asesinar. Fue tan convincente que el incidente consolidó el temor que muchos esperaban: si un hombre asesinado recientemente y levantado como no-muerto puede parecerse a un humano normal, no podrían tener idea quien de entre ellos podría ser o no ser un infiltrado de la Plaga. Luego de un mes de investigación, todos los sacerdotes y guerreros de la Cruzada fueron declarados limpios. Frecuentemente, los grupos de refugiados que huían de los no-muertos caían ante sus espadas. Como Isillien proclamaba, nadie estaba seguro. Todos los no-muertos, buenos, malos o neutrales, Plaga o Renegados, todos eran rivales de la Cruzada Escarlata. Contaron con la Alianza y la Iglesia de la Luz Sagrada como aliados, aunque estas organizaciones rápidamente se distanciaron de ellos debido a su fanatismo.[3]
No mucho tiempo después de su formación, la Cruzada intentó dar el golpe a la base de la Plaga en Rasganorte, construyendo una flota específica para tal propósito. El intento falló aunque los cruzados habían alcanzado la boca del glaciar de Corona de Hielo. Esta incursión generó varias bajas incluso entre los altos rangos de la Cruzada, como el caso del primer y único Gran almirante, Barean Viento Oeste, el primer Capitán General, Orman de Stromgarde y el primer Jefe Asesino, Invar Unibrazo.
La Crematoria
Símbolo de la Luz, variación en el tabardo de la Cruzada Escarlata.
El Alto general Abbendis e Isillien sentían que aunque tenían una buena base, en realidad necesitaban atacar a la Plaga donde eran más fuertes: en las Tierras la Peste del Este. Isillien se adjudicó el título de Gran Inquisidor mientras que Abbendis lideró a la mayoría de las fuerzas a la Mano de Tyr en el este para tomar Stratholme. Tan pronto como establecían sus bases y reforzaban sus números, destruían a todo no-muerto que encontraban. Durante las emboscadas, sin embargo, el Alto general Abbendis fue herido de gravedad y falleció en brazos de su hija. Peor aún, Saidan Dathrohan se separó y desapareció en el primer ataque. Aunque les alegró verlo tras su reaparición, nadie era capaz de imaginar la verdad: que durante su ausencia Dathrohan había sido capturado, asesinado y poseído por el señor del terror Balnazzar.[11]
Balnazzar empezó a manipular a la organización para sus propios fines. Sin embargo, necesitaba eliminar la principal amenaza para su causa: Alexandros Mograine, portador de la legendaria espada Crematoria. En la forma de Saidan Dathrohan, empezó a apegarse al hijo de Alexandros, Renault, apelando a su deseo de aprobación y reconocimiento, hasta que terminó convenciéndolo de traicionar a su padre. Renault llevó a su padre y a su consejero, el Alto inquisidor Ribalimpia a Stratholme, donde serían emboscados por la Plaga. Aunque Alexandros peleó valientemente destruyendo a incontables no-muertos por medio de su espada, en cierta ocasión la dejó caer, momento que aprovechó Renault para apuñalar a su padre por la espalda y escapar. Ribalimpia, quien se pensaba había perecido pues había sido enterrado bajo los cadáveres o lo que quedaba de los no-muertos, regresó donde los suyos e intentó advertir a los demás lo que había ocurrido. Saidan Dathrohan hizo caso omiso a las palabras de Ribalimpia, alegando que éste había sido infectado por los no-muertos y por tal razón fue puesto en cuarentena y después, ejecutado. Sin embargo, hubo aquellos que creyeron que sus camaradas habían trastornado su antes noble propósito y decidieron abandonar y formar su propia orden, la cual llamaron el Alba Argenta.[12]
Cierto día, el hermano menor de Renault, Darion Mograine del Alba Argenta, llegó a la capilla del Monasterio Escarlata. Renault asumió que quería unirse a la Cruzada hasta que vio que empuñaba la Crematoria. Furioso, intentó asesinar a Darion hasta que una extraña sombra emanó de la espada. La sombra tomó la forma de su padre Alexandros y tras acusar a su hijo de traición, acabó con su vida. Darion tomó la Crematoria y se fue. Poco después, Taelan Vadín fue elegido como Alto señor de la Cruzada Escarlata.[13]
Wrath of the Lich King
Existió una zona en las Tierras de la Peste del Este que no había sido profanado por la Plaga. Esta región era conocida como el Enclave Escarlata, en cuyo interior se encontraba la capital Escarlata de la Mano de Tyr, liderada por el Señor Cruzado Valdemar; y los pueblos de Villa Refugio y Nuevo Avalon, protegidos por las fuerzas de la Cruzada Escarlata, cuyos miembros estacionados en la Mano de Tyr también servían bajo órdenes de la Alta general Brigitte Abbendis, una de los fundadores originales de la Cruzada.
Todo cambió con el establecimiento de Acherus en el firmamento, sobrevolando el Enclave. Casi en el mismo tiempo, la Plaga estableció el campamento base de Brecha de la Muerte a la sombra del Bastión de Ébano iniciando su campaña de destrucción. Mientras los caballeros de la muerte de Acherus iniciaban su marcha hacia Villa Refugio, Abbendis aseguró haber recibido visiones de la Luz, que la instruían a formar un cuadro de élite con los más leales para llevar a cabo la voluntad de la Luz en Rasganorte. Este regimiento de tropas fue conocido como el Alba Carmesí.
Caída del Enclave Escarlata
En ese momento, los caballeros de la muerte habían devastado Villa Refugio y buscaban descubrir más acerca de los movimientos de la Cruzada en el registro de Nuevo Avalon, tomado del ayuntamiento poco después de asesinar al Alcalde Quimby. Enterándose de la existencia de esta "Alba Carmesí", descubren que un mensajero ha sido enviado desde Vega del Amparo por el Alto comandante Galvar Purasangre para informar a Abbendis que un ejército de cruzados de Vega del Amparo y de Tirisfal fueron dispuestos para reforzar el Enclave y batallar a las fuerzas de Acherus. Uno de los caballeros de la muerte, disfrazado de mensajero (habiendo asesinado al original y tomando sus ropas y el mensaje de Purasangre), entrega el mensaje a Abbendis, con la intención de sacarle información. Viendo que las Tierras de la Peste estaban perdidas y que aún contando con refuerzos serían masacrados, Abbendis ordena al falso mensajero que regrese donde Purasangre, con la orden de reunir a los ejércitos de los alrededores y preparar los barcos para ir hasta los páramos congelados de Rasganorte. La general le entrega al "mensajero" una copia de su diario, afirmando que lo aclarará todo. En ese momento Abbendis declara que la Cruzada Escarlata ya no existe y que ahora forman parte del Embate Escarlata.
El mensaje nunca llega a Purasangre y sus fuerzas son aniquiladas por la Plaga como resultado. Con los ejércitos combinados marchando hacia su perdición, la Alta general Abbendis sube a su navío bandera, la Locura del Pecador y parte hacia Rasganorte.
La Legión Carmesí
La Legión Carmesí es una fuerza de élite de la Cruzada, liderada por el propio Gran Cruzado Saidan Dathrohan. Existen tres símbolos diferentes pero populares dentro de la Cruzada Escarlata. El estandarte oficial de la Cruzada es una modificación de la bandera de Lordaeron, con la letra "L" pintada de rojo para simbolizar la sangre de los vivos. Esta "L" es parecida a la letra "C" en las banderolas de la Cruzada Escarlata. El símbolo modificado de la Luz parece remarcar lugares sagrados y santuarios. Además, si bien la organización cuenta con varios personajes que no luchan y soldados de línea entre sus filas, los verdaderos cruzados pueden ser identificados con la llama escarlata en sus tabardos.
Decadencia
Aunque no se ha asegurado de forma oficial, parece que la Cruzada Escarlata y el Embate Escarlata han conocido sus últimos días. Debido a varias incursiones de regimientos de la Horda y de la Alianza hacia los asentamientos Escarlata (a través de misiones que involucran varias regiones y mazmorras en los Reinos del Este y Rasganorte), casi todos sus líderes están muertos. Solo queda esperar quien liderará lo que queda de la Cruzada/Embate.
Cataclysm
Descubiertos los engaños de Balnazzar (en el cuerpo de Saidan Dathrohan) y de Mal'Ganis (otro señor del terror en el cuerpo de Barean Viento Oeste), su liderazgo queda eliminado. Además, con la caída del Rey Exánime y con Tirion Vadín recuperando el pueblo de Vega del Amparo para la Cruzada Argenta, la Cruzada Escarlata se ha convertido en una sombra de lo que era. Debido a la decadencia Escarlata en las Tierras de la Peste, la Cruzada Argenta se ha vuelto más fuerte en la región, sucediendo a los Escarlata como la nueva jerarquía remanente del antiguo reino de Lordaeron.
Se descubre que la Cruzada ha perdido enteramente la ciudad de Stratholme, debido a que Balnazzar reveló sus verdaderas intenciones y terminó masacrando a los cruzados dentro de la ciudad. Luego utilizó sus poderes nigrománticos para alzarlos a todos como despreciables esclavos no-muertos, refiriéndose a su nuevo ejército como los Alzados.[14] Un destino similar ha abatido la presencia Escarlata en la Mano de Tyr, incluyendo a sus miembros ubicados antes en la Capilla de la Esperanza de la Luz. Por lo tanto, en un irónico giro del destino, la mayor parte de los reductos Escarlata en Lordaeron se han convertido literalmente en lo que buscaban destruir.
Sin embargo se sabe que la Cruzada Escarlata ha expandido sus fortificaciones al oeste de la Hacienda Solliden, en un pequeño territorio conocido de Claros de Tirisfal conocido como el Acantilado Escarlata y han logrado mantener el Monasterio Escarlata bajo su control. De esta forma, los Claros de Tirisfal representan el último bastión remanente de la Cruzada Escarlata.
Mists of Pandaria
Los recientes eventos indican que la Cruzada Escarlata aún permanece activa en su última fortaleza en Tirisfal y lentamente empiezan a reconstruir la orden. Nuevos miembros se han sumado para liderar las fuerzas Escarlata, así como una sobreviviente del antiguo liderazgo, Sally Melenablanca, Alta inquisidora de la Cruzada Escarlata. Junto al Comandante Durand, quien reemplazó a Renault Mograine como comandante de la Cruzada, son los responsables de las operaciones internas y posiblemente externas del Monasterio. Debido a la corrupción causada por Balnazzar en las Tierras de la Peste y por Mal'Ganis en el Embate Escarlata de Rasganorte, los cruzados se sienten avergonzados del pasado y han ordenado al nuevo archivista y mago líder, el Tejedor de fuego Koegler, quemar los libros históricos de la orden y así eliminar los fracasos de la Cruzada.
Según Lilian Voss, la única forma de eliminar a la Cruzada es primero acabar con Melenablanca. La razón por la que aún sigue viva se debe a su increíble capacidad de resurrección y la única forma de provocar su muerte permanente es clavando las Hojas del Ungido en su cadáver.
Con el tiempo, Lilian y los héroes de la Horda y de la Alianza ingresan al monasterio, aniquilando a las fuerzas restantes y a sus líderes, incluida Sally. Con su poder diezmado, los miembros sobrevivientes de la orden entraron en la clandestinidad y se ocultaron.[1]
Renegados Escarlata
Los Renegados Escarlata son antiguos miembros de la Cruzada que abiertamente se han rebelado contra la orden. Buscan reformar a la organización tras haber notado la corrupción maligna en la Cruzada. Los renegados buscan la redención de sus acciones y han pactado con la Alianza. Buscan su ayuda para controlar a la Cruzada y pese a lograrlo con éxito, aparentemente sus líderes (concretamente, Joseph) han perdido también la cordura.
Organización
Hermano Crowley.
La Cruzada Escarlata sigue una estructura militar. En su tiempo el general Abbendis e Isillien fueron sus líderes. Abbendis era la cabeza oficial de la Cruzada Escarlata y se consideraba a sí mismo como el brazo de la Cruzada mientras que Isillien era el corazón. Abbendis guiaba los ataques militares de la Cruzada desde la Mano de Tyr en las Tierras de la Peste del Este, comunicándose frecuentemente con Isillien, quien guiaba a los sacerdotes de la Cruzada en sus nuevos roles como inquisidores, estacionados en las Tierras de la Peste del Oeste. Estaba a cargo de los interrogatorios a los vivos y a los no-muertos para descubrir información. Isillien actuaba como líder de los sacerdotes y guiaba las inquisiciones en el oeste junto al talentos paladín Taelan Vadín, mientras que Abbendis controlaba a sus guerreros en el este. La Cruzada tenía trece generales que comandaban los rangos menores: 2,000 tropas estacionadas en Vega del Amparo y 10,000 en la Mano de Tyr. Los generales no solo eran escogidos por sus logros y habilidades en la guerra, sino también por su dedicación a la causa. Los veteranos que habían enfrentado a la Plaga antes eran ascendidos rápidamente. Cualquier disidencia entre filas se consideraba como producto de la infiltración de no-muertos. pues la Cruzada no podía permitir que existan mortales razonables que estén en desacuerdo con la eliminación de los no-muertos. Tales individuos eran considerados como mismísimos no-muertos o peor, trastornados simpatizantes de no-muertos. Por tanto, la organización era perfecta puesto que los cruzados trabajan con una sola mente hacia una sola meta. Además de estar ubicados en las Tierras de la Peste, cazaban a los no-muertos en cualquier parte del norte de Lordaeron.[3][15] Tras la muerte del general Abbendis en un enfrentamiento con la Plaga, su hija tomó su lugar como Alta general.[16]
Poco después, la cabeza de la Cruzada Escarlata era el Gran Cruzado Saidan Dathrohan. Justo debajo de su rango se encontraba Demetria (Oráculo Escarlata), la Alta general Abbendis, el Gran Inquisidor Isillien, el Alto señor Taelan Vadín y el Señor Cruzado Valdemar. El Gran Cruzado se encargaba del espantoso y prolongado asedio de Stratholme. Abbendis comandaba los asaltos militares y asistía al gran cruzado en el asedio mientras que Isillien se encargaba de los interrogatorios e inteligencia en el oeste.[17]
Membresía
La membresía en la Cruzada Escarlata era alta, relativa a la población humana en la región. El fuerte sentimiento de abandono, inutilidad y miedo abrazaba fuertemente a todos los humanos de Lordaeron y la Cruzada alimentaba este miedo con la seguridad de que el mal caerá mientras el bien permanecerá sin mancha. La organización atraía por lo general a los guerreros, gente que descubría en su estado post-guerra que vivir por medio de la espada era la única manera de sobrevivir. Sintieron la necesidad de una firme comunidad donde sus habilidades serían utilizadas y la Cruzada Escarlata mantenía que necesitaban fuertes guerreros para su causa. Algunos sacerdotes se vieron atraídos por la justa erradicación de los no-muertos, pero a menudo el fanatismo que notaban les hacía pensar dos veces su ingreso a la orden. Este, obviamente, era considerado muy sospechoso y a menudo eran asesinados a causa de sus dudas. El problema más grandes que los eventuales miembros encontraban era el asegurarse que los cruzados no eran no-muertos en sí. Dado que el Gran Inquisidor casi fue asesinado por su propio paje, el grupo se mostraba poco convencido y paranoico sobre la infiltración de no-muertos entre sus filas. Sin embargo existió un no-muerto entre sus filas (Alto inquisidor Ribalimpia) quien había sido encerrado en una sala secreta. El supuesto pensamiento de que los no-muertos son totalmente deformes y fáciles de distinguir de los vivos no influye en esta gente; ellos creen que los nigromantes son capaces de disfrazar a estos muertos vivientes como gente viva. Por tal razón, los iniciados en la orden son puestos en cuarentena durante 30 días para ver si exhiben signos de la peste. Estos son visitados por el Gran Inquisidor o la Alta general durante este tiempo y son interrogados.[3][18]
Sus miembros están compuestos por humanos guerreros ex-paladines, sacerdotes y paladines,[19] caballeros, inquisidores, capellanes y magos de batalla, aunque los magos y cazadores también integran sus filas.
Estrategias militares
Tabardo Escarlata.
Pese a sus decrecientes números, los miembros de la Cruzada nunca desfallecen, cambian de lado o se retiran. La Cruzada Escarlata lucha directamente y pelea hasta la muerte.
Varias fuerzas militares combaten de forma conservadora y acumulan miembros, pero los cruzados ni se preocupan por sus propias vidas. Cargan a la batalla con fanático fervor hasta que perecen o exterminan a todos sus enemigos.
Solo el respaldo de los sacerdotes y paladines mantienen a la orden viva, literalmente y de manera figurada. Los discursos apasionados y el carismático liderazgo de los sanadores de la orden motivan a sus tropas en la batalla y su magia curadora mantiene a los zelotes enteros. El entrenamiento militar de los paladines de la orden sirve bien a la cruzada, ya que estos instruyen a los miembros en formaciones básica y estrategias simples para incrementar sus posibilidades de supervivencia.
Generalmente, los miembros de la Cruzada Escarlata no se molestan flanqueando a sus enemigos, ya que están acostumbrados a enfrentar a los no-muertos que son lentos y fáciles de atacar e inmunes a puñaladas. Las unidades luchan en formaciones cerradas, formando círculos cuando es posible manteniéndose hombro con hombre de tal manera que no se vean rodeados por una arrastrante turba de muertos vivientes. Si se ven obligados a dispersarse, tratan de emparejarse y pelean espalda con espalda.
Los paladines y sacerdotes se sienten libres para sanar y lanzar hechizos en combate, no solo para abastecer a sus tropas de salud, sino también para causar estragos en el bando contrario. Tratan de evitar el hechizo de ahuyentar no-muertos pues su meta es destruir y no asustar y dispersar. Si son sobrepasados en número, los comandantes invocan su poder sagrado, confiados en su habilidad para destruir a los no-muertos cercanos con un intento a la vez.
Al enfrentar a oponentes vivos, la Cruzada cambia su táctica ligeramente. Raramente se enfrenta a hordas de enemigos vivos pero cuando enfrentan a los vivos por lo general son pequeños grupos. No utilizan maniobras de flanqueo y se preocupan más por evitar que escapen pues se mueven más rápido que los no-muertos y generalmente con pánico. Los caballeros montados los persiguen mientras los soldados a pie se quedan atrás para atacar objetivos más lentos. Estos últimos también disparan a sus objetivos para evitar que estos huyan.[20]
Localizaciones
Momumento a los héroes Escarlata.
El Monasterio Escarlata fue un orgulloso bastión del sacerdocio de Lordaeron, un centro de aprendizaje e iluminación. Con la llegada de la Peste no-muerta durante la Tercera Guerra, el pacífico Monasterio se convirtió en un bastión de la fanática Cruzada Escarlata. Los cruzados no toleran a ninguna de las razas no humanas, sin importarles su alianza o afiliación. Creen que cualquier extranjero es un portador potencial de la peste no-muerta, y por lo tanto debe ser destruido.[21]
Anteriormente, los cuarteles de la Cruzada en las Tierras de la Peste del Oeste, se ubicaban en Vega del Amparo, herencia de Taelan Vadín. La sede principal se encontraba en el Este, en la comunidad de la Mano de Tyr. Las órdenes provenían de la Basílica Escarlata. El asentamiento también albergaba varias iglesias, incluyendo un nuevo Monasterio Escarlata, un enorme emplazamiento que recibía refugiados.[18]
Relaciones
- ↑ 1,0 1,1 Chris Metzen en Twitter
- ↑
[40] Rituales de poder
- ↑ 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 3,5 Lands of Conflict, 166
- ↑ World of Warcraft: The Roleplaying Game, 21
- ↑ World of Warcraft: The Roleplaying Game, 169
- ↑ World of Warcraft: The Roleplaying Game, 375
- ↑ 7,0 7,1 World of Warcraft: The Roleplaying Game, 372
- ↑ Lands of Conflict, 186
- ↑ Monster Guide, 152
- ↑ Dark Factions, 155
- ↑ Death is Contagious
- ↑ Ashes to Ashes
- ↑ Naxxramas (comic)
- ↑ [47M] El Señor del Terror Balnazzar
- ↑ Lands of Conflict, 165
- ↑ Dark Factions, 157
- ↑ Dark Factions, pg. 156
- ↑ 18,0 18,1 Lands of Conflict, 167
- ↑ Dark Factions, 184
- ↑ Dark Factions, 185
- ↑ Monasterio Escarlata - Sitio web oficial de World of Warcraft
[47M] 
