La descomunal pantera gris Crinceniza, de los primeros dioses salvajes, fue una de las muchas que respondieron a la llamada del semidiós Cenarius y defendieron el mundo durante la Guerra de los Ancestros. Cayó en combate frente a la Legión, pero logró salvar innumerables vidas. En Val'sharah construyeron un gran santuario en su honor, donde exhiben sus colmillos ornamentados. Dicen que estos aún conservan gran parte del poder de Crinceniza.[1]