Cuando los poderes de los muertos vivientes se manifiestan por completo en el mundo de los vivos, se hace necesario efectuar modificaciones a las salas de la muerte. La construcción de una ciudadela negra permite al Azote operar al máximo de su eficacia. Esta modificación viene acompañada de un aumento de la fortificación, lo que convierte la ciudadela negra en una fortaleza verdaderamente extraordinaria.[1]