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Este artículo es sobre vida de Arthas como un humano. Para su existencia después de tranformarse, véase Rey Exánime.
"Arthas" redirige aquí. Para la novela con el mismo nombre, véase Arthas: La ascensión del Rey Exánime.
AlliancePríncipe Arthas Menethil
Imagen de Príncipe Arthas Menethil
Título

Príncipe de Lordaeron, Rey de Lordaeron (autoproclamado) [1], Primer caballero de la Muerte del Rey Exánime, Campeón de Ner'zhul, Rey Exánime

Género

Masculino

Raza(s)

Humano

Clase
Afiliación(es)
Ocupación

Príncipe de Lordaeron (anteriormente), Rey Exánime (anteriormente)

Localización

Corona de Hielo

Estado

Fallecido (Lore); Matable (WoW)

Allegado(s)

Terenas Menethil (padre), Lianne Menethil (madre), Calia Menethil (hermana), Lord Uther (tío adoptivo)[2] Invencible (corcel), Ner'zhul (anteriormente espíritu fusionado)

Mentor(es)

Arthas Menethil, Príncipe Heredero de Lordaeron y Caballero de la Mano de Plata, era hijo del Rey Terenas Menethil II y heredero del trono. Fue entrenado como un paladín por Uther el Iluminado, y tenía una relación romántica con la hechicera Jaina Valiente.

A pesar de su futuro prometedor, Arthas se convirtió en uno de los seres más poderosos y malvados de Azeroth. Tomando la espada rúnica maldita Agonía de Escarcha, se convirtió en un caballero de la muerte, lideró La Plaga en la destrucción de Lordaeron, y se fusionó con el Rey Exánime.

Gobernante como Rey Exánime durante mucho tiempo, Arthas fue derrotado en combate por Tirion Vadín, ayudado por los aventureros de la Alianza y la Horda. Mecido por el espíritu de su padre, el Rey Terenas, Arthas Menethil murió, dejando la capa del Rey Exánime para ser tomadas por un alma noble que debería contener el poder de La Plaga.

Biografía

WoW-novel-logo-16x62 Esta sección aborda contenido exclusivo de novelas e historias cortas.

El príncipe Arthas Menethil nació de Lianne Menethil y del Rey Terenas Menethil II, cuatro años antes de comenzar la Primera Guerra. El joven príncipe creció en un tiempo en el que las tierras de Azeroth eran devastadas por la guerra y la Alianza se desvanecía en un horizonte de nubes negras. En su infancia fue amigo de Varian Wrynn.

Como adolescente, Arthas fue entrenado en combate por Muradin Barbabronce, el hermano del rey enano Magni, llegandose a convertir en un diestro espadachín. Bajo la guía de Uther el Iluminado, Arthas entró a formar parte de la orden de paladines de la Mano de Plata a la edad de 19 años. La ceremonia de tuvo lugar en la Catedral de la Luz en la ciudad de Ventormenta donde le fue entregado su característico martillo sagrado conocido como Venganza de la Luz.

A pesar de su comportamiento precipitado y cabezota, Arthas se convirtió en un guerrero renombrado. Uno de sus actos más famosos fue el contraataque que lanzó sobre ofensiva que un grupo de trol de bosque estaba realizando sobre Quel'Thalas desde Zul'Aman.

Fue durante este tiempo que Arthas conoció a Jaina, la hija más joven de Daelin Proudmoore. Al pasar los años, desarrollaron una relación romántica. Sin embargo, los estudios sobre la magia de Jaina en Dalaran y los compromisos de Arthas en Lordaeron los forzaron a mantenerse separados por largos períodos de tiempo. Los dos jóvenes decidieron mantener su fuerte amistad y olvidar el romance hasta que llegaran mejores tiempos para ellos.

Antes de la corrupción: Caballero de la Mano de Plata

WC3RoC logo 16x32 Esta sección aborda contenido exclusivo de Warcraft III.

La Plaga de los muertos vivientes

Arthasprincipe

Arthas, El Paladín

Los problemas empezaron en Lordaeron. Los orcos se liberaron de los campos de internamiento en los que fueron recluidos tras la Segunda Guerra mientras se hablaba de una plaga que estaba contaminando las tierras del norte. Arthas y Uther fueron enviados a Strahnbrad a defender el pueblo de emboscadas de orcos y demas ataques. El joven príncipe tuvo que vencer al dragón negro Searinox para llevarle su corazón al enano Feranor Steeltoe y forjarlo en un orbe de fuego. Arthas utilizó este objeto mágico para acabar con el orco que lideraba las emboscadas.

Sin embargo, una amenaza más vil surgió en la forma de la Plaga de los no-muertos. Jaina y el capitán Falric fueron enviados para unirse a Arthas, e investigar la extraña plaga. Pelearon con un ejército de no-muertos en un granero infectado del veneno y se encontraron con el nigromante Kel'Thuzad en el pueblo de Rémol, al que persiguieron hasta Andorhal.

Kel'Thuzad ya había infectado el grano de los silos de Andorhal y había enviado partidas contaminadas a los pueblos cercanos. Antes de que Arthas lo matara, Kel'Thuzad le habló de Mal'Ganis, un Nathrezim que lideraba La Plaga. Jaina y Arthas viajaron entonces a Stratholme para enfrentarse a él.

En el camino, Arthas y Jaina se detuvieron en Vega del Amparo, donde pretendían descansar. En lugar de eso, recibieron el aviso de que el ejército de no-muertos que se acercaba hacia allía. Arthas le ordenó a Jaina a encontrar a Uther para que los ayudara, mientras él permanecía defendiendo el pueblo. Durante la lucha fue cuando Arthas descubrió que la plaga no era solamente una forma de matar, sino que convertía a personas inocentes en muertos vivientes. Los compañeros de Arthas apenas aguantaron, y casi cuando estaban a punto de ser derrotados, llegó Uther con los refuerzos para salvar la aldea.

Mientras viajaban a Stratholme, Arthas conoció al enigmático profeta Medivh, que le dio el mismo consejo que a su padre, el rey Terenas, viajar a Kalimdor. Arthas le espetó que su lugar estaba con su gente y juró que no los abandonaría. A pesar de que Jaina sugirió que el profeta podría tener razón, Arthas no le prestó atención y continuó hacia Stratholme.

La purga de Stratholme

Cuando Arthas llegó a Strathome, descubrió que el grano ya había sido distribuido por toda la ciudad y sabía que sus habitantes no tardarían en convertirse en muertos vivientes. Fue entonces cuando ordenó a Uther y sus caballeros llevar a cabo una purga para acabar con todos los ciudadanos. Horrorizado, Uther rehusó participar, argumentando que no obedecería tal orden ni aunque Arthas fuera rey. Esto provocó que Arthas lo acusara de traición y cuya consecuencia más inmediata que la disolución de la orden de los Caballeros de la Mano de Plata. Muchos soldados prefirieron seguir a Uther, entre los que se encontraba Jaina, mientras el resto permanecieron leales al príncipe de Lordaeron y lo ayudaron a ejecutar a la población de Strathome que había sido contaminada.

Cuando Arthas comenzó a masacrar a los ciudadanos de Stratholme, se encontró con Mal'Ganis, que estaba ocupado reclamando las almas de los infectados para que revivieran bajo el aspecto de no-muertos al servicio de La Plaga. Arthas trató de destruirlas antes de que Mal'Ganis pudiera hacer uso de ellas y finalmente, consiguió hacerle huir, no sin antes instarle a un combate final que el demonio decidió que debía tener lugar en el continente helado de Rasganorte.

Northrend

Arthas siguió a Mal'ganis acompañado de un destacamento de sus mejores hombres. Tras un mes de viaje, desembarcaron en la Bahía Cubredaga. Mientras buscaban un buen lugar para establecerse, cayeron bajo el fuego de infantería de un grupo de enanos que los habían tomado por enemigos. Cuando se percataron de que se trataba de aliados, Arthas descubrió que el líder del grupo era su buen amigo y mentor Muradin Barbabronce, Al principio, Muradin pensó que Arthas estaba comandando un rescate para salvar a sus hombres, que habían sido atacados por los no-muertos mientras buscaban la espada rúnica Agonía de Escarcha. El príncipe de Lordaeron admitió que su encuentro había sido pura coincidencia. Aún así, ayudó a Muradin a destruir un campamento cercano de no-muertos. Sin embargo Mal'Ganis parecía no dar señales de vida.

Mientras Muradin y Arthas buscando a la Agonía de Escarcha, un emisario de Lordaeron llegó en un zepelín al campamento base del ejército de soldados que estaban al cargo del capitán Luc Valonante. Traía órdenes de Uther y el Rey Terenas, para que Arthas y sus hombres regresaran a casa lo antes posible. Cuando Arthas volvió a la base, sus hombres ya habían recogido y estaban regresando a través del bosque hacia los barcos apostados en la costa. Arthas, que no tenía intención de irse antes que Mal'Ganis fuera destruido y logró quemar las naves con la ayuda de algunos mercenarios antes de que sus hombres llegaran. A la hora de dar explicaciones, Arthas traicionó a los mercenarios, acusándolos de destruir las naves, por lo que fueron ejecutados. Sin forma de regresar a casa, el príncipe de Lordaeron le dijo a sus hombres que la única manera de irse de de allí era saliendo victoriosos.

La espada rúnica Agonía de Escarcha

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Arthas reclama a la Agonía de Escarcha

Arthas y sus tropas continuaron hasta la Fortaleza de Drak'Tharon en búsqueda de Agonía de Escarcha. Al llegar, Mal'Ganis se apareció ante Arthas, y predijo su muerte. Junto a Muradin, fue a buscar la espada, dejando a su capitán al cargo de la defensa del campamento.

A través de un antiguo acceso, Arthas, Muradin y un grupo de hombres accedieron a los aposentos de la espada. Allí Arthas se enfrentó al Guardián, que trató de alejarlo de Agonía de Escarcha, aparentemente para protegerlo. El Guardián fue derrotado dejando el camino libre para que Arthas y Muradin reclamaran la espada. Sin embargo Muradin se dio cuenta a través de la inscripción rúnica de la hoja, que esta estaba maldita. El enano trató de advertir a su compañero "¡Oh, déjalo estar, Arthas! ¡Olvida todo este asunto y guia a tus hombres de regreso a casa!", Arthas fue inflexible, pidiendo a los espíritus de la caverna que la espada fuera liberada de su fría prisión, proclamando que "pagaría cualquier precio por poder salvar a mi gente". Cuando el arma fue liberada, Muradin fue golpeado por un trozo punzante de hielo. Cuando Arthas se dispuso a ayudarlo, fue persuadido por la llamada de Agonía de Escarcha que le hizo dejar su martillo en el altar y agarrar la espada tras lo cual abandonó la caverna con su maestro Muradin herido gravemente. Con Agonía de Escarcha en su poder, Arthas venció a los esbirros de Mal'Ganis. El demonio se apareció en ese momento confesándole que la voz que escuchaba era la del Rey Exánime y le dio la bienvenida a La Plaga. Sin embargo, Arthas le respondió que esa voz le decía que debía destruyera a Mal'Ganis para sorpresa del Señor del Terror. Tras matar a Mal'ganis, Arthas huyó al frío norte, abandonando a sus tropas a su suerte. Pronto perdió lo que le quedaba de cordura.

Corrupción: Campeón del Rey Exánime

Traición

Arthas2

Arthas regresa a casa.

Arthas dark

Arthas antes de asesinar a su padre.

Meses más tarde, Arthas viajó a Lordaeron, ante el jolgorio de su reino por ver como regresaba su campeón. Tras entrar en el castillo bruscamente, Arthas se arrodillo en el salón del trono y avanzó hacia su padre desenvainando a Agonía de Escarcha. La alegría inicial del Rey Terenas se diluyó rápidamente cuando se dio cuenta de las intenciones de su hijo. La corona real rodó por el suelo ensangrentada mientras Arthas se autoproclamaba nuevo Rey de Lordaeron.

Tras abandonar la escena, Arthas se dirigió a la Hacienda Balnir donde invocó sus nuevos poderes nigrománticos para levantar a su fiel corcel Invencible, permitiéndole ser su montura una vez más.

Meses más tarde reapareció en la aldea de Vandermar por petición de su nuevo maestro, el Rey Exánime. Allí, conoció a Tichondrius, un señor del terror, al igual que Mal'Ganis. Pensando que era su antiguo enemigo, Arthas lo amenazó hasta que descubrió que el demonio había venido para felicitarlo por sus acciones. Tichondrius explicó que la espada que consiguió en Rasganorte fue forjada por el Rey Exánime, y diseñada para robar almas. La de Arthas fue la primera.

Arthas se reunió con los miembros del Culto de los Malditos que estaban escondidos en Vandermar, que lo ayudaron durante el camino hacia Andorhal, donde recuperó el cuerpo de Kel'Thuzad tras matar al paladín que custodiaba su cripta. Una vez que el fantasma de Kel'Thuzad se manifestó, le dio instrucciones a Arthas en secreto acerca de que no debía confiar en los Señores del Terror, algo en lo que el principe de Lordaeron estuvo más que de acuerdo.

Los restos del cuerpo de Kel'Thuzad estaban en un estado de avanzada descomposición y necesitaban ser llevados a la Fuente del Sol en Quel'Thalas para ser revividos. Tichondrius envió a Arthas a recuperar la urna mística, que podía ser utilizada para tranportar los restos de Kel'Thuzad y que estaba custodiada por miembros de su antigua orden, los Caballeros de la Mano de Plata. Arthas mató a los dos paladines al cargo de la urna, Ballador el Fuerte y Sage Truthbearer, quienes condenaron su traición. Más tarde se encontró con Uther, que le explicó que la urna contenía las cenizas de su padre, el rey Terenas. El ser su mentor y amigo desde la juventud no fue impedimento para que Arthas acabara con él y se llevara la urna. Tras deshacerse de los restos de su padre, sustituyó el contenido de la urna por los de Kel'Thuzad, y emprendió un largo viaje hacia Quel'Thalas.

La caída de Quel'Thalas

Arthas se encontró una férrea resistencia por parte de los elfos, liderados por la General Sylvannas Brisaveloz. Tras atraerlos hasta su ejército de no-muertos, los arrinconó posteriormente haciéndoles retroceder mientras iban cayendo rápidamente. Sylvanas trató de llegar a la capital elfa para advertir de la llegada de La Plaga, pero Arthas destruyó a sus hombres y la asesinó. Para hacerle pagar por su insolencia, corrompió su espíritu, transformándola en una horrenda figura (una alma en pena), esclavizándo su espíritu para que obedeciera las órdenes del Rey Exánime y obligándola a luchar contra su propia gente.

Arthas y su numeroso ejército aniquilaron Lunargenta dejándola en ruinas. De camino a la Fuente del Sol, Arthas se enfrentó al anciano Rey Anasterian Sunstrider al que mató sin ningún miramiento. Una vez en la fuente, usó su poder para revivir a Kel'Thuzad bajo la forma de un exánime.

Destrucción de Dalaran

Mientras viajaban hacia Alterac, Kel'Thuzad explicó a Arthas los entresijos de la "Segunda Invasión" de la Legión Ardiente en Azeroth y los planes del Rey Exánime para La Plaga. Kel'Thuzad debía ir a Alterac para destruir un campamento de orcos del clan Roca Negra que habían tomado el control de la puerta infernal, para establecer contacto con Archimonde, el comandante de la Legión. La Plaga aniquiló a los orcos, y una vez que Kel'Thuzad hubo recibido las órdenes de Archimonde, se dirigieron a la ciudad mágica de Dalaran. Las instrucciones del demonio eran claras: apoderarse del libro de hechizos de Medivh, que le permitiría a Kel'Thuzad convocar a Archimonde a Azeroth.

A pesar de los esfuerzos del Kirin Tor para repeler la invasión, La Plaga perpetró una incursión a través de las defensas mágicas y fortificaciones, hasta conseguir matar al Archimago Antonidas y hacerse con el citado libro de Medivh.

Mientras Arthas y sus tropas detenían el contraataque de los magos, Kel'Thuzad comenzó la invocación de Archimonde. Una vez que este llegó, declaró que el Rey Exánime había cumplido su cometido y ya no le era útil a la Legión Ardiente por lo que Tichondrius pasaría ahora a liderar el Azote. Arthas se preguntó qué sería de él y Kel'Thuzad, a lo que el exánime le respondió que todo estaba yendo según lo previsto por el Rey Exánime. La pareja desapareció mientras Archimonde canalizaba su venganza hacia la ciudad de Dalaran, a la que destruyó con un poderoso ritual.

Arthas fue visto unos meses después en Kalimdor, donde Tichondrius estaba usando los poderes arcanos de la Calavera de Gul'dan. Arthas le confesó al recientemente liberado cazador de demonios Illidan Tempestira cómo reclamar los poderes de la Calavera para él, con los que podría destruir a Tichondrius. Illidan aceptó su plan y Arthas desapareció de nuevo.

Regreso a Lordaeron

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Arthas planta cara a los Señores del Terror.

Archimonde dejó al cargo en Lordaeron a tres señores del terror (Varimathras, Balnazzar y Detheroc) que se instalaron en las dependencias posteriores del jardín que se encontraba en las ruinas del palacio real. Su misión era asegurarse que la nación permanecía bajo su control, y de paso vigilar a los servidores del Rey Exánime. Cuando Archimonde fue derrotado en Hyjal los Señores del Terror no se enteraron inmediatamente sino meses después, cuando Arthas regresó para reclamar su trono. Al amenazarlos, estos huyeron inmediatamente. El siguiente paso fue reclutar a Sylvanas y Kel'Thuzad con los que aplastó a los refugiados humanos que aún quedaban en la zona. Sin embargo, durante la batalla, Arthas sufrió un dolor agudo proveniente del Rey Exánime que lo estaba llamando. A pesar de que su poder se había reducido, Arthas peleó hasta que los últimos humanos fueron masacrados.

Poco sabía Arthas que la mengua que se había producido en el poder del Rey Exánime, era a causa del ataque que había perpetrado Illidan desde Dalaran y que había provocado que Sylvanas dejara de estar bajo su influencia. En secreto, ella asistió a una reunión con tres Señores del Terror que le confesaron que el poder del Rey Exánime se desvanecía, y que había llegado la hora de que reclamara su venganza.

Arthas sufrió una emboscada en Ciudad Capital, y se vió obligado a reclutar a cualquiera que le fuera leal para enfrentarse a los Señores del Terror, que contaban con la poderosa abominación Festín de Sangre. Cuando estaba llegando a los límites de la ciudad, fue salvado por un grupo de almas en pena, que le advirtieron que Sylvanas las había enviado para ponerlo a salvo lejos de allí. Sin embargo, cuando se acercaron a un claro del bosque, Arthas recibió una visión del Rey Exánime que le dijo que iba a ser traicionado. Al momento, apareció Sylvanas que lo atacó con una flecha paralizante. Kel'Thuzad fue tras ella, pero el Rey Exánime ordenó a Arthas que regresara rápidamente a Rasganorte, porque unas fuerzas demoníacas (Illidan y su ejército de nagas) querían destruir el Trono Helado.

Inmediatamente, Arthas preparó su flota y navegó rumbo norte, dejando a Kel'Thuzad al cargo de Lordaeron.

Huída a Northrend

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Arthas sujetando Agonía de Escarcha.

Tres semanas después, Arthas desembarcó en la costa de Rasganorte, donde fue inesperadamente fue atacado por elfos de sangre liderados por el príncipe Kael'Thas, deseoso de venganza tras la destrucción de su reino. Arthas fue salvado por Anub'arak, el otrora rey de Azjol-Nerub. Kael le advirtió que aunque la emboscada preliminar había fallado, no le sería tan fácil escapar del grueso de su ejército, tras lo cual se teleportó a un lugar seguro.

Preocupado de que Kael pudiera estar en lo cierto, y que nunca pudiera llegar a la ciudadela donde se encontraba el Trono Helado antes que que lo hiciera Illidan, Arthas estuvo cavilando otras posibilidades de acceso al corazón de Rasganorte. Fue Anub'arak quien propuso una solución práctica, acortando camino por los túneles subterráneos del subsuelo del reino devastado de Azjol-Nerub. Con suerte podrían alcanzar a Illidan en el glaciar y derrotarlo antes de que accediera a la prisión helada del Rey Exánime. Sin más opciones done elegir, Arthas aceptó.

Anub'arak sugirió emboscar a Sapphiron, un dragón azul sirviente de Malygos, para que ambos se equiparan con sus tesoros. Finalmente, no sólo asesinaron al dragón, sino que Arthas utilizó el poder que le quedaba para traer a Sapphiron de vuelta a la vida como sirviente de La Plaga bajo la forma de una poderosa vermis de escarcha.

Carrera hacia el Trono Helado

Cuando llegaron a las puertas de Azjol-Nerub, Arthas fue atacado por la artillería de los enanos que acompañaban a Muradin antes de que este fuera sepultado en la caverna de Agonía de Escarcha, liderados por Baelgun Flamebeard. Arthas no sólo peleó contra ellos, sino también con los nerubian supervivientes, a medida que se adentraba en el Reino Arácnido. La ayuda de Anub'arak fue incuestionable, ayudando a Arthas en trampas en las que podía haber muerto y guiándolo por los angostos túneles.

Tras huir de los enanos, Baelgun les advirtió que el lugar donde se estaban adentrando estaba protegido por un antiguo mal. Tan pronto como Arthas y Anub'arak se adentraron en las cavernas más profundas enfrentaron a los ignotos, una raza poderosa y vil que se creía que sólo existía en leyendas. Arthas y Anub'Arak lograron vencerlos, y sufrieron para hacer lo propio con el poderoso Olvidado.

ArthasObelisco

Arthas activando los Obeliscos.

Cuando llegaban al Reino Superior, un terremoto colapsó la parte del pasaje en donde estaban, separando a Anub'arak de Arthas. El jóven rey tuvo que esquivar muchas trampas para llegar hasta donde se encontraba su compañero de viaje. Una vez reunidos, Anub'arak alabó la fortaleza de Arthas y le confesó que no le extrañaba que Ner'zhul lo hubiera elegido como su campeón. Cuando escalaban la parte final de Azjol-Nerub hacia la superficie, el Rey Exánime contactó telepáticamente con Arthas una vez más, y le explicó que estaba perdiendo su poder, a causa de una brecha que se había producido en el trono helado por donde se escapaba su energía. Ner'zhul recargó los poderes de Arthas, sabiendo que los necesitaría en la siguiente batalla.

Cuando finalmente alcanzaron la superficie, tuvieron que contener al ejército de Illidan que se encontraba próximo a la ciudadela de hielo. Los naga de Lady Vashj y los elfos de sangre de Kael se enfrentraron a Arthas y Anub'arak a los que se unieron los esbirros de La Plaga que se encontraban defendiendo la fortaleza. Arthas consiguió activar los cuatro obeliscos que se encontraban alrededor del glaciar, que abrían las puertas al Trono Helado y donde Illidan lo estaba esperándo.

El Triunfo del Rey Exánime

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Illidan peleando con Arthas.

Véase también: El triunfante Rey Exánime

Arthas, con la ayuda de Anub'arak, se abrió camino a través de los ejércitos del Príncipe Kael'thas que se enfrentó a él con la espada élfica Inv sword 1h artifactfelomelorn d 01 [Felo'melorn] que perteneció a su padre, Dath'Remar Sunstrider. El duelo de espadas rúnicas se resolvió del lado de Agonía de Escarcha, ya que Kael'thas se vio obligado a huir y dejó a Arthas el camino libre para activar los cuatro obeliscos que rodeaban el glaciar y que abrían las puertas hacia el Trono Helado.

Sin embargo, Illidan estaba esperándolo para poner en práctica sus nuevas habilidades demoníacas recién adquiridas. Su gran poder casi le hizo vencer al príncipe de Lordaeron pero cuando iba a darle el golpe de gracia, bajó la defensa lo que le permitió a Arthas herirle grávemente en el pecho. Debido a la gravedad de su herida y a la premura con la que su tarea debía ser completada, Arthas abrió las puertas del glaciar y dejó a Illidan morir solo.

Cuando entró en el glaciar hueco, Arthas ascendió al pináculo de hielo en cuyo final se encontraba su destino. Las voces de aquellos aquellos que su locura les había hecho traicionar, Uther y Muradin resonaron en su cabeza persuadiéndolo para no continuar camino de la cima. Cuando el sendero acabó, el Rey Exánime prisionero en el trono helado y Arthas se encontraron frente a frente. La voz de Medivh fue la última que intentó detener a Arthas antes de que Ner'zhul hablara (Nota: en la cinemática en español estos susurros fueron sustituidos por frases sin sentido que nada tenían que ver con la escena):

- "Tu joven príncipe solo encontrará la muerte en el helado norte." (eliminado de la cinemática en español).

- "Devolved la espada... completad el círculo... ¡liberadme de esta prisión!"

Con un grito ensordecedor, Arthas golpeó con Agonía de Escarcha la prisión helada que encerraba al Rey Exánime haciéndola saltar en mil pedazos que quedaron desperdigados por el suelo. El trono de hielo quedó destruido y el casco de Ner'zhul rodó hasta sus pies. Arthas se lo puso en la cabeza y el inimaginable poder del artefacto hizo el resto.

- "Ahora" resonó en su mente la voz de Ner'zhul "¡somos unos solo!"

En ese momento, los espíritus de Ner'zhul y Arthas se fusionan en un solo ente más poderoso que el original, tal y como había planeado siempre el Rey Exánime: el ser más poderoso que haya nacido en Azeroth.

Rey Exánime: Comandante de La Plaga

Artículo principal: Rey Exánime

Arthas Death

Arthas muere en brazos del espíritu de su padre ante la mirada de Tirion Vadin.

WotLK Esta sección aborda contenido exclusivo de Wrath of the Lich King.

Mientras se encontraba en trance, Arthas desterró todo vestigio de su humanidad y se impuso en una batalla interna al espíritu de Ner'zhul convirtiéndose así en la personalidad dominante del Rey Exánime.

Como tal, Arthas atrajó a los más poderosos héroes de Azeroth hacia Rasganorte para, a través de una serie de pruebas para desechar a los más débiles. Su intención era corromper a los guerreros más poderosos que superaran todas las adversidades planteadas para luego usarlos como arma liderando su ejército en ataques a sus lugares natales. Una especie de recreación de sus actos pasados.

Muerte

Sin embargo sus planes se torcieron cuando Tirion destruyó Agonía de Escarcha con la Crematoria, dejando escapar las almas del interior de la hoja rúnica (incluida la de Arthas). Cuando fue derrotado, Arthas preguntó al espíritu de su padre si todo había terminado a lo que el Rey Terenas respondió "Finalmente, ningún rey gobierna para siempre, hijo mío". Arthas confesó entonces ver tinieblas ante él justo antes de cerrar sus ojos para siempre.

World of Warcraft

ReyLich Arthas

Arthas como el Rey Exánime en World of Warcraft

Arthas in Stratholme

Arthas incorrupto en las Cavernas del Tiempo

Se hace mención de Arthas en las Ruinas de Lordaeron, los petalos de flores púrpura que se encuentran en la entrada a Entrañas recuerdan el regreso del principe a Lordaeron despues de su expedición a Rasganorte. Al llegar al Salón del trono, se puede oir las voces de Terenas Menethil discutiendo con su corte y tambien sobre escenas del asesinato del Rey a manos de Arthas.

Wrath of the Lich King

WotLK Esta sección aborda contenido exclusivo de Wrath of the Lich King.

Vease: Rey Exánime (PNJ)

Arthas aparece como el Rey Exánime, señor de La Plaga, siendo el antihéroe protagonista de la segunda expansión de World of Warcraft. Reside en el continente de Rasganorte, donde se estableció en la ciudadela de Corona de Hielo, en los alrededores del Trono Helado.

Tambien se le puede encontrar aún incorrupto en las Cavernas del Tiempo, como el principe de Lordaeron en la Antigua Stratholme, en donde los jugadores podran interactuar con él durante la "purga" de los ciudadanos infectados por la plaga.

También es posible verlo en algunos flashbacks de la historia de Warcraft III, en la Orilla Olvidada, cuando el Emisario de la Alianza llega para mandar a las tropas a casa (en la misión A [72] La verdad nos hará libres y en la Caverna Agonía de Escarcha, donde sufrió la maldición de la espáda rúnica). El flashback es básicamente la escena de Warcraft III donde se invoca el poder de Agonía de Escarcha y donde se revela un sorprendente final donde, tras la marcha de Arthas dejando atrás a un Muradin supuestamente muerto, este se despierta más tarde con amnesia.

Además, en una cadena de misiones que empieza Matthias Lehner (que es un anagrama de "Arthas Menethil") en Corona de Hielo, los jugadores pueden tomar el papel de Arthas en dos momentos críticos de su historia: Cuando convierte a sus propios hombres en no-muertos (N [80] El ejército de los malditos y en su épico duelo con Illidan (N [80] El cazador y el príncipe.

Referencias

  1. Warcraft III: The Frozen Throne manual, pg.6 Quote: "And Arthas, the newly crowned king of Lordaeron..."
  2. Shadows & Light, pg.55
Precedido por:
Terenas Menethil II
Posición:


Rey de Lordaeron

Sucedido por:
Balnazzar
Precedido por:
Ner'zhul (solo)
Posición:


Rey Exánime de La Plaga

Sucedido por:
Bolvar Fordragón

Enlaces externos

Cementerio de Dragones Cavernas del Tiempo: Stratholme

Vídeos

Asesinando al Rey La Ascensión
"Ningún rey gobierna para siempre, hijo mío."

Galería

ru:Артас Менетил

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