| Alodi | |||
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| Título(s) | Guardián de Tirisfal | ||
| Género | Masculino | ||
| Raza | Plantilla:Hibrido elfo-humano | ||
| Clase(s) | Mago | ||
| Maestro(s) | Meryl Tormentavil | ||
| Estado | Activo | ||
| Facción | Independiente | ||
| Ocupación | Guardián de Tirisfal (anteriormente) | ||
| Arma(s) | |||
 [Ébano Glacial] (anteriormente)
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Alodi, el primer Guardián de Tirisfal, fue una figura clave en la creación del Guardián de Tirisfal para proteger Azeroth de la Legión Ardiente. Como mago, ideó el ritual que permitía transferir los poderes del Consejo de Tirisfal a un solo mortal, otorgándole poderes inimaginables para enfrentar las amenazas demoníacas. Aunque su rol no es tan destacado como el de otros Guardianes, su sacrificio y sabiduría fueron fundamentales para la defensa mágica de Azeroth. Su legado perdura a través de la creación de la figura del Guardián y la lucha contra la corrupción demoníaca.
Historia[ | ]
Infancia[ | ]
Alodi nunca conoció a sus verdaderos padres. Desde su infancia, fue criado en un orfanato para niños con dones mágicos en Dalaran. Su única conexión con sus padres era [Ébano Glacial], un bastón que dejaron con él cuando lo abandonaron en la escuela. Su incierta ascendencia y herencia mixta hicieron que la vida fuera difícil para Alodi. La mayoría de los magos le tenían lástima, pero otros lo trataban con desprecio. Nadie creía que alcanzaría la grandeza. Desde sus primeros días en el orfanato de Dalaran, Alodi había estado fascinado con la magia de escarcha. Esto se debía, en parte, a los encantamientos gélidos tejidos en Ébano Glacial. Con el bastón, Alodi aprendió a congelar agua y manipular la temperatura del aire, a menudo para disgusto del director del orfanato.
El Primer Guardián[ | ]
Durante su juventud, Alodi fue testigo de la caída de Aertin Manobrillante, un suceso que lo llevó a modificar profundamente la estructura del Consejo de Tirisfal. Hasta ese momento, el Consejo debía permanecer cerca del Líder de Vanguardia (Spearhead), el campeón imbuido de su poder, lo que los ponía en riesgo cada vez que este entraba en combate. Junto a Meryl Winterstorm, Alodi ideó un poderoso hechizo que permitía vincular al Consejo con el campeón a grandes distancias. Esta innovación garantizó que el Consejo pudiera mantener su poder intacto y fuera de peligro mientras su campeón enfrentaba a los enemigos.
Como reconocimiento a este cambio revolucionario, el título de Líder de Vanguardia fue renombrado a Guardián: un protector del poder, la seguridad, la confianza y la defensa de Azeroth en nombre del Consejo de Tirisfal.
Tercera Invasión de la Legión Ardiente[ | ]
Buscando los Pilares de la Creación[ | ]
Tras los eventos de la Legión Ardiente, Khadgar y el Consejo de los Seis de Dalaran buscaron la ayuda del espíritu de Alodi. Su propósito era descubrir la ubicación de los Pilares de la Creación, artefactos poderosos de origen titánico. Si bien Alodi había escrito sobre el tema en su obra Antigüedades Notables del Azeroth Antiguo, hallada por Khadgar en Karazhan, el texto omitía deliberadamente su ubicación exacta, ya que incluso él temía involucrarse con semejante poder. En respuesta a las preguntas de Khadgar y los magos, el espíritu de Alodi los guió hacia las Islas Quebradas.
El despertar en la Forja del Guardián[ | ]
Durante el enfrentamiento de Meryl Tormentavil y un aventurero mago contra el señor del terror Kathra'natir en la Fortaleza Violeta, el espíritu de Alodi despertó dentro de la Forja del Guardián. Reconociendo la gravedad de la batalla, Alodi infundió temporalmente al aventurero con su poder, ayudando así a vencer al demonio.
Posteriormente, su espíritu viajó junto a Meryl y el héroe a la Sala del Guardián, con el objetivo de recrear la Tirisgarde, una orden de magos que había servido al Consejo de Tirisfal en tiempos de ausencia de un Guardián. Al acceder a su sabiduría, Alodi también ofreció ayuda al aventurero en la búsqueda de su antiguo báculo, [Ébano Glacial].